jueves 07 de agosto del 2025

“El cuerpo como mensajero”

“El síntoma no es tu enemigo, es la forma que encontró de cuidarte”. Galería de fotosGalería de fotos

“El cuerpo como mensajero”
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Cuando aparece un síntoma ¿podemos decir que su origen fue “estrés”?

Sabemos que el estrés sostenido activa alarmas en el cuerpo que abren la puerta a procesos pro-inflamatorios que llevan a una pérdida del equilibrio interno u homeostasis, no obstante el cuerpo es el campo de batalla de una lucha que comenzó mucho antes, la falta de coherencia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos es lo que enferma, el cuerpo no distingue si el peligro es real o imaginario, simplemente percibe un peligro y activa una alarma con el fin de protegernos, una alarma que podamos atender para llevarnos de vuelta al equilibrio.

¿Dónde van las emociones que no expresamos?

La tristeza, la frustración, el miedo o el enojo que no nos permitimos sentir y reprimimos, alteran la estructura molecular de nuestras células llevando con el tiempo al daño de los tejidos; en ocasiones incluso, hay síntomas que no tienen daño asociado, eso ocurre porque el cerebro ya aprendió a protegernos activando alarmas, alarmas que encenderá cada vez que perciba que estamos en peligro, sea real o no.

Pensemos esto, lo reprimido suele encontrar la forma de salir: dolores crónicos, apatía, cefaleas y contracturas son el modo en que esas emociones logran expresarse.

¿Cómo influyen las creencias en la salud física y psíquica?

Las creencias que fuimos incorporando a lo largo de la vida, todos los “debo de” y “tengo que” generan un estilo de vida con sobrecarga, muchas veces el sí​ntoma aparece como un “stop” hacia aquello que no pudimos permitirnos gestionar de manera conciente, por eso revisar esas creencias y elaborar nuevas que se acomoden más a nuestras necesidades es parte del proceso de sanación. 

¿Qué podemos hacer para evitar enfermar?

Trabajar en evitar enfermar es también crear enfermedad porque implica una necesidad de control y no podemos controlar todo, de hecho esa es una de la primeras premisas que necesitamos cambiar para generar salud. Comenzar a conectar más con el cuerpo y registrar que “dice de mi esto que siento” es clave para atender esa emoción y que no quede anclada a nivel molecular; hacer pausas, hablar de lo que sentimos, pedir ayuda, cuestionar los mandatos y cuidarnos con ternura son formas de prevenir el agobio emocional.

Escuchar al cuerpo no solo es una forma de autocuidado, es un camino de autoconocimiento.

Analia Astegiano

Contacto 1169699118

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