Las reuniones en las fiestas, los cumpleaños, el inicio de las clases y las vacaciones, son históricas, se mantienen simplemente porque funcionan y porque no apareció nadie con una alternativa mejor. Esto de hacer todo siempre igual porque sí, sin cuestionar trae ventajas y también varias desventajas significativas. No asumir desafíos, no atender la frustración, el enojo, la tristeza y la decepción, también es comodidad, nos permiten seguir quejándonos sin prestarles demasiada atención. El tema es que mucho de lo que nos pasa anímicamente está vinculado al pasado y nos condicionamos a pintar este nuevo ciclo de un color que no se siente a gusto. Anclarnos en una forma “transparente” de vivirlo sin reflexionar y diseñar, puede a menudo debilitarnos y disminuir nuestra capacidad de crecer, elegir, aprender e innovar, en resúmen de elegir.
Empezar a reflexionar acerca de nuestra vida, nuestra forma de vivir , creer, juzgar y emocionarnos, es esencial y permite abrirnos a mucha información sobre los personajes, el sistema, los roles, etc, que conforman nuestra vida. Rediseñar costumbres nos permite distinguir lo beneficioso o lo práctico de lo que estamos haciendo y aquello que no es habilitante de nuestras prácticas, lo que es meramente recurrente, sin una finalidad que sume a nuestro propósito en sí ( básicamente sí no suma, resta) y requiere una nueva versión.
Hay preguntas que pueden asistirnos en este re diseño:
¿Tiene suficiente fuerza el “para qué” hago lo que hago?
¿Podría introducir nuevas posibilidades que aún no considero?
¿Existirá una mejor forma de utilizar los recursos o medios?
¿Que cambio generaría bienestar o mejoras en mí, en el otro y nuestro sistema?
Tenemos que cuidarnos de evitar la crítica destructiva, en el 2021 hicimos lo mejor que pudimos y si no resultó del todo bien, el análisis tiene que redundar en nuestra manera de hacer, no en juzgarnos a nosotros, ese es el punto clave y un espacio de aprendizaje de cara a todo lo que comienza. Capitalizar el aprendizaje es dejarnos un poco en paz y buscar una forma de hacer que de primera mano nos resulte más eficiente, ese es un gran regalo que podemos hacernos. Sin dudas algo que puede potenciar el 2022 y expandir nuestro espacio de posibilidades es el cursado de la carrera de Coach Ontológico Profesional. La mayoría de los estudiantes de Coaching buscan un espacio de transformación o herramientas que complementen su desempeño profesional, yo personalmente, creo que la disciplina es un estilo de vida. Nos dispone a crear y rediseñar nuestras relaciones y sobre todo brindarnos nuevas experiencias. Todas las corrientes que hoy imparten coaching tienen en común que te acompañan a buscar un lugar de poder para crear nuevas posibilidades. Me especializo en Coaching Ontológico, diseñamos un proceso formativo de 18 meses lleno de herramientas y metodología específica para que te conectes con el potencial transformador en vos. Nos orientamos en que cada alumno pueda adquirir la habilidad de distinguir las conversaciones y narrativas que lo convierten en quien está siendo y el efecto que estos relatos tienen en su vida. Básicamente distinguir el cuento que te contas para acompañarte en hacer un cambio de observador, aprender poder reinventarte y transformar las áreas de tu vida que desees rediseñar o potenciar. Si te hace sentido o te resuena , te invito a que te sumes y te regales la experiencia.
Para más info acerca de la formación en coaching profesional o la preventa del libro “Coaching after office” linktr.ee/ceciliachitarroni
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