Siomara Valente no es un nombre que pase desapercibido. En una charla de café entre amigas diríamos que tiene “personalidad”. Particularmente me intrigó saber su significado, especialmente porque Siomara tiene otros dos nombres; y yo, que tengo una debilidad por analizar todo, pensé que debería existir un por qué en esa elección. Sin saber aun si la motivación de esa elección era consciente o inconsciente (o ajena), me encomendé al Sr. Google que todo lo sabe y la búsqueda arrojó dos grandes significados. Hay quienes sostienen que, por su origen germánico, Siomara significa “famosa en la batalla, triunfante”, y hay otros que le atribuyen un origen árabe y un significado como salido de un cuento: “la estrella más hermosa del universo”. El apellido “Valente”, por su parte, hace referencia a la palabra en italiano que en español significa “valentía”.
Lo cierto es que la vida a cada paso me demuestra que nada es casual, porque esta pisciana de 42 años, Psicóloga desde los 25, tiene en su nombre y apellido la esencia de su alma, cual designio de los dioses: Siomara Valente, la que ha emprendido el camino de transitar sus propias batallas, con la valentía que requiere el “hacerse cargo” y el emprender una búsqueda interior para encontrar el camino a la sanación y, desde esa vivencia, poder también ser “la estrella más hermosa”, la que brilla para guiar, para acompañar el camino a veces oscuro de otros que también quieren batallar en su interior, para evolucionar, para crecer. Para aprender.
Su propia búsqueda la llevó de su título de Lic. en Psicología obtenido en la UCA a ejercer la profesión en el ámbito privado y luego en el público, donde durante 9 años fue Profesional Integrante del Equipo Interdisciplinario en la Secretaría de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, donde se desempeñó efectuando entrevistas de Admisión, Coordinación, Seguimiento y Espacio Terapéutico para mujeres y adolescentes víctimas de violencia, y como Coordinadora de Espacio grupal con adolescentes en Situaciones de Violencias.
Paralelamente realizó diferentes formaciones profesionales, “académicas y espirituales”, que van desde la Terapia sistémica y Gestáltica, y la Mediación comunitaria, hasta el Reiki, la Meditación, la Fitoterapia y la Espiritualidad femenina. Hoy se define como una terapeuta gestáltica e integrativa, para quien “la clave para despertar y sanar es trascender la mirada”. Y agrega: “La vida es una danza sabia que me invita a ser consciente de mis movimientos que van de adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro, y así danzándola voy viviendo, sanando, ordenando, creciendo e integrando mi ser, para evolucionar”. Lo dice y uno se imagina ese vaivén danzarín en el que van nuestras emociones, porque “Sio” (como le dicen) es de esas personas que tienen el don de transmitir y de que sus palabras lleguen a lo profundo y te dejen una huella, una reflexión, o una caricia. Quizás por eso en su Entre Ríos natal es convocada frecuentemente por medios radiales y televisivos, y también escribe artículos para el Diario de su ciudad, Paraná.
Otra de sus claves es el humor, el que la llevó a ser Payamédica, y a tener una postura descontracturada en las sesiones, que sus pacientes agradecen. “Mi risa es mi recurso natural por excelencia!!”, dice con una sonrisa de oreja a oreja, mientras se toma un mate en el piso de su consultorio. Esta imagen la pinta de pies a cabeza, porque así es ella: auténtica, relajada. Humana. Apasionada por la naturaleza, ama construir en barro, hacer trekking en montañas, viajar para enriquecer su ser y llenar el alma, sacar fotos y estar en contacto con el mar, al que define como su “bálsamo de vida, una fuente inagotable de serotonina”.
A nivel profesional, actualmente efectúa disertaciones, talleres presenciales gestálticos e integrativos, workshops online, y cuenta con un espacio de terapia grupal a adolescentes, jóvenes adultos y adultos. También brinda espacio de co-visión para profesionales y encuentros terapéuticos para empresas y organizaciones. Y por supuesto, brinda atención individual presencial y online a pacientes de todo el país y argentinos en el exterior.
¿Cómo descubriste tu vocación por la Psicología, qué te motivó a iniciar este camino?
Estando en 4° año de la secundaria ya sabía que iba estudiar psicología, ¡necesitaba entender la vida misma!, las situaciones emocionales y las vivencias por las que atravesamos los seres humanos. No solo quería entenderme, conocerme, sino también comprender y ayudar a otras personas que lo necesitaban. De todas maneras, de niña, y como buena pisciana, era muy observadora de las personas, de las realidades y me realizaba cuestionamientos. También vivencias personales hicieron que sea una gran buscadora de respuestas y soluciones para mi vida. Por eso cuando vi el programa en la facultad de psicología dije ¡es por acá!
Desde tus inicios hasta ahora hiciste un largo recorrido, y en algún momento comenzaste a integrar herramientas holísticas. ¿Esto fue una decisión con un por qué y un para qué en concreto, o fue algo que se fue abriendo naturalmente?
Sabía que no quería ser la psicóloga tradicional, por eso comencé la formación en terapia gestáltica y me sentí como en casa. Y a partir de ahí fue naturalmente abriéndose un camino inmenso a lo espiritual. Es acá cuando también comencé a trascender la mirada para sanar y crecer, y comencé a construir mi identidad como psicóloga. Una profesional poco convencional, más desestructurada, e integrando todo el aprendizaje de vida, académico y espiritual. La integración de mi ser me permitió darme cuenta que soy protagonista de mi propia sanación y desde este lugar es que puedo ayudar y guiar a otros a ser protagonistas de su autosanación y evolución.
¿Qué caracteriza y diferencia tus sesiones, respecto de la terapia más convencional?
Yo creo que todas las terapias son necesarias según la estructura de cada persona y según su individualidad. Es decir, según lo que necesite en su aquí y ahora.
Lo que aporto en mi tarea es una mirada y un abordaje integral del Ser, y desde ahí emprendemos juntos el camino. Esta integración comprende cuerpo, espíritu, emoción, mente y energía. Por lo que efectúo derivaciones correspondientes con otros profesionales, para ir acompañando todo el movimiento de sanación integral (médicos homeópatas, consteladores, yoga o actividad física, registros akashicos).
También los enfrento a responsabilizarse del proceso que van a emprender, son ellos los protagonistas, yo solo soy guía. Trabajar en su sanación y aprendizaje para que puedan crecer y evolucionar, sabiendo que cada vivencia, cada experiencia, es parte de un todo perfecto que cada individuo debe transitar.
Y en ese transitar, que cada uno lleva a la terapia para poder trabajarlo, vos te ubicás como una guía, como una acompañante en ese camino hacia la evolución. ¿Qué implica ese acompañamiento?
Yo los invito a trascender su mirada. A nombrar lo que les ocurre de una manera diferente. Los invito a cambiar las palabras que traen connotaciones distintas en cada situación y generan cambios de realidad. Este trascender es observar más allá de lo que realmente está ocurriendo, es una elevación de la mirada de la realidad; permitiéndoles efectuar un verdadero insight de conciencia. Esta forma que van aprendiendo, luego es utilizada como recurso para transitar su cotidiano, les permite frenar y mirar cada vivencia o situación por la cual atraviesa como un gran aprendizaje para incorporar.
Preguntarse ¿qué me viene a mostrar esta situación en mi vida? ¿Qué es lo que tengo que observar de mí en esta situación? ¡Comienzo mirándome! Para luego, clara y consciente, ir hacia al afuera a ordenar, poner un límite o lo que sea necesario para tomar el aprendizaje y trascender la situación. Siempre el espiral es hacia adentro primero y luego voy al afuera.
Y por último y lo más importante, ¡humanizar la terapia! Es sabernos seres humanos en proceso y crecimiento constante. Ser de espejo para esa persona que solicita mi ayuda, contándole que estuve ahí o alguna vez lo sentí o lo transité o lo trabajé. Naturalizar las circunstancias de la vida y humanizar la terapia, hace que la persona baje un porcentaje su ansiedad, la angustia y el miedo de adentrarse en un proceso que a muchos les genera miedo. Dicen, “no, mejor no voy…”, “salgo peor de terapia”, etc. Cuando en realidad estoy descongelando eso que congelo para sobrevivir.
Contarles que son procesos absolutamente normales y existenciales de esta vida. Y la clave es hacernos cargo de emprendernos en nuestro proceso personal. Que todo es perfecto tal cual es, que cada experiencia de vida nos invita a trascender la mirada de lo que estoy vivenciando para darle luz a mi inconsciente, tomar el aprendizaje y crecer.
¿Qué sentís que te aportó esta nueva forma de encarar las sesiones, a vos como terapeuta?
Mi forma de ver la realidad es espejo de mi manera interna de autosanarme; esto creo que hace a la diferencia, transitar procesos internos y externos, ser protagonista de mi vida y saber que la vivencias son creadas por mí, para mi crecimiento y evolución, hacen que pueda guiar a otro, obviamente teniendo en cuenta que cada persona posee su propia historia y estructura, respetando lo que debe transitar.
Esta forma también me da calma y fluidez; la tarea sea hace liviana, me permite integrarme, no dividirme. No me paro en un lugar de ego, donde tengo que resolver o salvar la vida de una persona, sino que respeto y acompaño el transitar, la vivencia individual y subjetiva de cada ser.
Esta forma, también me permite ser yo en esencia frente a esa persona que busca ayuda. Uno de mis recursos en la tarea terapéutica es el humor y la ironía, me permiten traerme, y paralelamente es una herramienta que les permite el insight (darse cuenta) a la persona. Con la risa desdramatizamos las situaciones y esto permite despejar la situación a trabajar y comenzar a trascender la mirada para poder transformarla después.
¿Y a tus pacientes?
Les comparto que el proceso que emprenderán es de valientes. Donde va a depender, de su hacerse cargo y de su propia entrega, no solo al espacio sino a sí mismo. Es un lugar para verse con mucho amor y compasión. Donde les permitirá comenzar a trascender la mirada y comenzar a cocrear nuevas realidades. Realidades que les permite estar presentes en su aquí y ahora con una conciencia de vida.
¿Qué mensaje te gustaría transmitirles a aquellas personas que quizás están atravesando un proceso personal difícil y no se animan a buscar un espacio terapéutico?
Que son ellos mismos la clave para trascender lo que están viviendo. No está afuera la solución, primero conecto adentro, me veo y luego el afuera me mostrará la solución, en espejo del movimiento que efectué adentro mío.
Hacerles saber que el miedo a cambiar formas es parte. ¡Es la emoción que está ahí dentro nuestro como recurso de sobrevivencia! Mirarnos, ocuparnos de nosotros nos da miedo. Siempre les comparto, si les da miedo ¡van por buen camino! Hazlo con miedo, ¡pero hazlo!
Todavía existen fuertes mandatos, familiares, sociales sobre ir a la psicóloga/o. Somos guías para acompañar a las personas a caminar en momentos que son difíciles de transitar solos. Sabiendo que es un proceso, confiar en que plantan una semilla dentro suyo que irá creciendo a medida que van nutriéndose en un espacio terapéutico.
Por último, no me quiero quedar con la duda… ¿Por qué elegís usar el nombre Siomara?
Mira, desde niña me llamaron Siomara y me gustaba… Mi nombre completo es Verónica Siomara Noralí Valente; Verónica me puso mi padre porque lo soñó, pero mi madre eligió Siomara y se encargó que así me llamaran (risas). Luego, a medida que iba creciendo no me gustaba tanto, quería tener un nombre que pase más desapercibido, “más del montón”, como decía yo. No me gustaba, pero como vos decís, tenía y tengo una misión que es guiar, ¡y eso implicaba que me distinguiera! Así que de grande empecé a hacerme cargo.
Y es que Siomara no vino a este mundo a ser una estrella más en el montón de estrellas del cielo. O sí. Pero con tanta luz como para iluminar a todas las demás.
Para contactarte con la Lic. Siomara Valente:
Instagram: @lic.siomaravalente
Cel: +54 9 343 5196602
Web: siomaravalente.com.ar





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