1. ¿Recordás el momento en que tomaste conciencia de tu capacidad como médium? ¿Cómo fue atravesar esa experiencia por primera vez?
Desde chica podía sentir emociones en la mirada de las personas. A los 7 años canalicé mi primer mensaje en una feria, sin saber que hablaba con alguien fallecido. Fue espontáneo, pero generó miedo en los demás. Para mí, esas almas no estaban muertas, solo entendí después que no todos las podían oír.
2. ¿Qué señales te llevaron a sentir que tu misión debía desarrollarse en República Dominicana? ¿Fue una decisión intuitiva o un llamado más profundo?
Llegué durante la pandemia, tras vivir en India por estudios. Al buscar casa, vi la misma que aparecía en mis visiones desde los 7 años. Sentí que ese era el lugar: sanador, energético. Instalé mi oficina ahí y supe que era un llamado profundo.
3. En tu día a día, ¿cómo te acompaña lo espiritual? ¿Hay rutinas, paisajes o vínculos que te ayudan a sostener la conexión?
Vivo rodeada de naturaleza. Practico Reiki diariamente desde hace seis años, hago rituales de limpieza en el mar y creo en Dios como base de todo. Lo espiritual sostiene tanto mi vida personal como profesional.
4. Tu pareja es argentina. ¿Cómo fue encontrar un lenguaje común en un vínculo donde conviven distintas culturas, sensibilidades y formas de ver lo invisible?
Fue él quien me llevó a India a estudiar y entender mi don. Le costó al principio aceptar que siento emociones ajenas, pero hoy me apoya y respeta lo que hago.
5. Cuando una persona llega a vos, ¿cuáles son las búsquedas más frecuentes que trae? ¿Qué dolores o deseos te conmueven más en quienes consultan?
Recibo personas con traumas profundos: duelos, depresión, abusos. La conexión con fallecidos es de lo más emotivo; muchas veces lloro junto a quienes acompaño. Esa última conversación suele ser liberadora.
6. A lo largo de este camino, ¿hubo alguna experiencia que te haya transformado profundamente como canal y como mujer?
Descubrir que viví una amnesia postraumática fue clave. Recuperar la memoria fortaleció mis capacidades y mi espiritualidad, y me dio herramientas para sostener el dolor ajeno con mayor compasión.
7. Trabajar con la energía de otros implica abrirse, pero también protegerse. ¿Cómo cultivas tus propios límites y tu bienestar emocional en este rol?
Me protejo con cristales, rituales, baños en el mar y terapias de silencio. Cuido mi agenda para equilibrar lo laboral con lo personal y evitar el desgaste energético.
8. ¿Sentís que hoy se habla más libremente de lo espiritual que años atrás? ¿Qué mitos crees que todavía persisten sobre el trabajo de un médium?
Después del COVID, el interés por lo espiritual creció mucho. Aunque aún hay prejuicios -como creer que doy miedo o que puedo leer la mente-, noto mayor apertura, incluso en lugares muy religiosos.
9. Para quienes sienten una sensibilidad especial pero aún no se animan a explorarla: ¿qué les dirías? ¿Cómo empezar a confiar en la intuición?
La intuición es como un músculo: se fortalece al usarla. Escucharse, tomar decisiones desde el alma y prestar atención a las señales es el primer paso. Es una bendición, si se aprende a usar.
10. ¿En qué momento estás hoy con tu don? ¿Hacia dónde te gustaría que te lleve esta misión en los próximos años?
Estoy feliz y más entrenada. Atiendo en sesiones privadas, pero sueño con hacer encuentros grupales para llegar a más personas sin comprometer mi energía. Quiero seguir sanando, pero con equilibrio.
Contacto:
IG: @yoicerubinstein
Sitio web: http://yoicerubinsteinmedium.com





Fumata blanca: qué pasa cuando el humo es claro

5 prendas para crear looks de invierno old money

Luciana Elbusto reveló la reacción de Cecilia Insinga al enterarse que era la amante de Diego Brancatelli: "Me llamó"
