Con un estilo cercano y didáctico, combina conocimientos técnicos con un lenguaje comprensible, derribando mitos y enseñando a cuidar la piel de forma inteligente, práctica y al alcance de todos.
—¿Cómo nació tu especialización en skincare dentro de tu carrera como farmacéutica?
—Desde el principio, allá por 2013 cuando creé la marca, noté que muchas personas invertían mucho dinero en productos que no necesitaban o que no eran adecuados para su piel. Eso me motivó a formarme en dermocosmética y cuidado de la piel para poder dar recomendaciones basadas en ciencia pero fáciles de aplicar en el día a día.
—Mucha gente piensa que tener una piel saludable es costoso. ¿Es un mito?
—Totalmente. No se trata de gastar más, sino de elegir mejor. Conociendo tu tipo de piel y sabiendo qué ingredientes buscar, podés armar una rutina básica, efectiva y accesible. Lo más importante es la constancia, no el precio del producto.
—¿Cuáles son esos pasos básicos que recomendarías a cualquiera?
Limpieza suave: es el paso más importante, porque si la piel no está limpia, ningún activo puede penetrar de manera correcta y terminás gastando de más. De mañana y noche, retirás impurezas, exceso de grasa y maquillaje. Siempre recomiendo el #Cleanser gel de limpieza, ideal incluso para usar en la ducha y optimizar tiempo, seguido del #FacialToner para devolver la humectación a la piel.
Hidratación: elegir una textura que se adapte a tu piel —seca, mixta o grasa— ya sea en formato sérum base acuosa, crema-gel para contorno de ojos súper refrescante o crema de rápida absorción. Entre las líneas que recomiendo como base para todos están #Hyaluronic, #Moist o #Prebiotic.
Protección solar: todos los días, aunque esté nublado o permanezcas en interiores con luz natural.
—¿Y cómo elegir los productos adecuados sin dejarse llevar por la publicidad?
—Primero, identificar el tipo de piel. Luego, fijarse en los ingredientes: ácido hialurónico para hidratar y rellenar, niacinamida para unificar el tono, ácido ascórbico como antioxidante, entre otros. Ahora está muy de moda leer los INCI de las etiquetas, lo cual es genial si se entiende del tema, pero muchas veces se malinterpreta. Si un activo figura al final no siempre significa que esté en baja concentración; cada ingrediente tiene su lugar en la formulación. Mi consejo es: verificá que el producto contenga el activo que promete, pero siempre asesorate con un profesional.
—¿Algún mito que quieras derribar?
—Que más productos significan mejores resultados. A veces, menos es más. Y también que lo caro siempre es mejor; lo que importa es la formulación, no el precio ni la etiqueta.
—Un consejo final para quienes quieran empezar a cuidarse la piel…
—Empezá por lo básico, sé constante y escuchá a tu piel. No hace falta una rutina complicada ni un presupuesto elevado: solo productos adecuados y buenos hábitos.
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