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Nicole es una terapeuta reconocida por su enfoque en el abordaje sistémico, una práctica que ha revolucionado la manera en que entendemos y tratamos las relaciones tóxicas. Este método terapéutico no solo busca identificar y resolver problemas superficiales, sino que profundiza en el sistema familiar para descubrir el origen de los conflictos y bloqueos que afectan nuestras vidas.
El abordaje sistémico se presenta como un recurso terapéutico que permite ampliar nuestra mirada y alcanzar nuevas comprensiones y niveles de consciencia a través de nuestro sistema familiar. Según la terapeuta, esta práctica espiritual nos invita a nuestra realización como seres humanos y espirituales, con el objetivo último de ser felices.
En su experiencia personal, Nicole ha visto cómo este enfoque puede transformar vidas al liberar bloqueos y obstáculos en diversas áreas. En el contexto de las relaciones tóxicas, ella destaca que las personas que atraemos y con quienes resonamos no son casuales. Estas relaciones actúan como espejos, reflejando todo aquello que debemos trabajar en nosotros mismos.
Nicole explica que los patrones tóxicos en las relaciones son el resultado de desórdenes dentro del sistema familiar. Estas dinámicas se originan en heridas no sanadas de la infancia y lealtades familiares, replicando modelos de identificación observados en nuestros padres y abuelos. Las personas con quienes nos relacionamos nos muestran aspectos de nosotros mismos que hemos reprimido y que necesitan ser ordenados en nuestro sistema familiar.
El proceso terapéutico propuesto por Nicole invita a mirar profundamente dentro de nosotros mismos y hacernos cargo de lo que debemos trabajar para poder relacionarnos de forma consciente y construir relaciones sanas. Este enfoque se centra en identificar motivos puntuales que guiarán el trabajo terapéutico, como patrones repetitivos, situaciones conflictivas e infidelidades.
Nicole denomina estos problemas como “desórdenes”, que son consecuencias de algo previamente excluido y que pueden tomar diversas formas, siendo los patrones tóxicos una de ellas. El trabajo comienza con la exploración de las heridas de la infancia, ya que en esta etapa se construye nuestro estilo de apego, condicionando nuestra forma de relacionarnos.
En una segunda etapa, se trabaja en el vínculo con los padres, especialmente con la madre, quien representa la pareja en este enfoque. Las influencias profundas de esta relación afectan considerablemente el tipo de relación que construimos con nuestras parejas.
Finalmente, el abordaje sistémico se enfoca en la parte transgeneracional, examinando el sistema familiar y las lealtades familiares que influyen en nuestras relaciones. Nicole destaca que muchas veces repetimos dinámicas vividas por nuestros ancestros, aunque estas puedan atentar contra nuestra propia felicidad.
Nicole Montecchia, a través de su práctica y experiencia, nos muestra que el abordaje sistémico es una herramienta poderosa para transformar nuestras vidas y relaciones, permitiéndonos alcanzar una mayor realización personal y espiritual.
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