sábado 19 de abril del 2025

Sofía Ausas, la artista de la mirada: “No diseño cejas, diseño emociones”

Con una visión sensible y profesional, Sofía Ausas se destaca en el mundo del microblading y la micropigmentación. En esta entrevista, comparte su recorrido, tendencias clave, y cómo la estética puede convertirse en una herramienta real de transformación personal. Galería de fotosGalería de fotos

Sofía Ausas, la artista de la mirada: “No diseño cejas, diseño emociones”
Sofía Ausas, la artista de la mirada: “No diseño cejas, diseño emociones” | CREDITO CARAS
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1. La micropigmentación y el microblading han ganado mucha popularidad en los últimos años. ¿Cómo describirías la evolución de estas técnicas y qué beneficios ofrecen en comparación con otros métodos de embellecimiento de cejas?
El microblading y la micropigmentación han tenido una evolución impresionante. Antes, muchas veces se asociaban a cejas muy marcadas, rígidas, con tonos que no se adaptaban bien a la piel o a los rasgos naturales de la persona. Pero hoy, la tendencia cambió completamente.
Ahora buscamos resultados ultra naturales. Utilizamos técnicas como el pelo a pelo, que permiten reconstruir o rediseñar la ceja simulando vello real. También evolucionaron los pigmentos, que son mucho más estables, orgánicos y compatibles con distintos fototipos de piel. Y lo más importante: dejamos de trabajar con moldes universales y empezamos a diseñar de forma personalizada, pensando en la armonía del rostro, la expresión y hasta en la personalidad de la clienta.
La micropigmentación ya no busca destacar, sino acompañar. Y eso, para mí, es una revolución en cómo entendemos la belleza hoy.

2. Cada piel y cada rostro son únicos. ¿Cómo es el proceso de diseño y personalización en la micropigmentación para lograr un resultado natural y armónico?
Mi proceso de diseño arranca mucho antes de tocar una herramienta. Primero observo, escucho y analizo. Cada persona tiene una historia detrás de sus cejas: hay quienes vienen por una pérdida de vello, por una mala experiencia anterior o simplemente porque nunca lograron darles forma.
Lo primero que hago es un estudio del rostro usando visagismo: observo proporciones, simetría, tipo de piel, estilo personal y también lo que la clienta quiere proyectar. No todas buscan lo mismo: algunas desean algo muy natural, otras algo más definido. Yo me adapto a eso, pero siempre con criterio profesional.
Después de ese análisis, diseño las cejas de forma manual con lápiz marcador, probando formas hasta que logramos una que encuadre su mirada y resalte sus facciones. Solo cuando la clienta está 100% segura, comenzamos el procedimiento. Me gusta decir que no diseño cejas, diseño emociones, porque la expresión de una persona cambia muchísimo cuando se siente bien con su mirada.

3. Has comenzado a dar capacitaciones en este rubro. ¿Qué te motivó a compartir tus conocimientos y qué aspectos considerás esenciales en la formación de nuevos profesionales?
Cuando yo empecé, no tenía muchos recursos ni acceso fácil a capacitaciones de calidad. Tuve que aprender a base de ensayo y error, invirtiendo en cursos y perfeccionamientos, y realmente cambié mi vida gracias a esta profesión.
Eso me marcó tanto que un día me dije: “Si yo pude, quiero ayudar a que otras también puedan”. Empecé a formar porque creo profundamente que la estética puede ser una herramienta de transformación real. No solo a nivel económico, sino también emocional. Muchas alumnas llegan con dudas, con miedo, y cuando aprenden y se ven capaces de trabajar por su cuenta, se transforman por dentro.
Mis formaciones no son solo técnicas: hablo de cómo tratar a una clienta, cómo construir una marca personal, cómo generar confianza. Me apasiona enseñar y acompañar, porque sé lo que se siente estar del otro lado.

4. El microblading y la micropigmentación requieren precisión y actualización constante. ¿Cuáles son las últimas tendencias y avances en estas técnicas que considerás clave para quienes buscan formarse o mejorar su trabajo?
Las tendencias actuales apuntan a lo natural, personalizado y sustentable. Estamos usando cada vez más pigmentos orgánicos, con fórmulas menos invasivas y que se integran mejor a la piel. Las herramientas también evolucionaron: pasamos del tebori clásico a máquinas más precisas que permiten trabajar en capas suaves, sin agredir la piel.
Pero para mí, la gran tendencia es la personalización total. Ya no se busca una “ceja Instagram”, sino tu ceja ideal, en armonía con tu rostro. Esto implica mucho estudio, mucho diseño previo y una mirada artística del profesional.
También hay un enfoque más consciente: las clientas hoy preguntan más, investigan, y valoran el trabajo artesanal, hecho con respeto por su fisonomía. Y me encanta que sea así, porque eleva el nivel de nuestra industria.

5. Muchas personas dudan en realizarse estos procedimientos por miedo a resultados artificiales o permanentes. ¿Cómo se logra que el efecto sea sutil y favorecedor? ¿Qué consejos les darías a quienes están considerando hacerse un tratamiento?
Ese miedo es muy válido, y de hecho es una de las consultas más frecuentes que recibo. Muchas personas llegan con temor porque vieron trabajos mal hechos, cejas muy marcadas, tonos anaranjados o formas que no se adaptaban al rostro.
Y yo siempre les digo lo mismo: cuando el microblading está bien hecho, no se nota. Se siente. El resultado tiene que verse tan natural que nadie diga “te hiciste las cejas”, sino “qué linda estás”.
El secreto está en usar el pigmento adecuado para cada tipo de piel, en trabajar con precisión en la dirección del crecimiento del vello y, sobre todo, en la confianza, experiencia y escucha activa: esas son las claves para lograr resultados naturales y duraderos.

6. El mundo de la belleza está en constante cambio. ¿Cómo ves el futuro de la micropigmentación y qué objetivos tenés para seguir creciendo en este camino?
Me veo creciendo, aprendiendo cada día y expandiendo lo que hoy ya estoy construyendo. Quiero seguir formando profesionales, pero también seguir perfeccionándome yo, porque en esta industria todo evoluciona y nunca dejamos de aprender.
Sueño con tener mi propio espacio de formación más grande, quizás abrir sucursales, colaborar con colegas de otras provincias y hasta dar conferencias. Pero más allá del crecimiento técnico o empresarial, me interesa seguir generando impacto real en las personas: ayudarlas a verse mejor, sí, pero también a sentirse más seguras y capaces.
Para mí, esto no es solo estética. Es un acto de amor propio. Y eso es lo que quiero seguir transmitiendo.

Datos de contacto:

Instagram: @sofiausas

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