Andrea Taboada es una de las angelitas de LAM que cuenta con una larga trayectoria en los medios de comunicación. Dio sus primeros pasos como locutora en Radio del Plata, donde trabajó casi 20 años. Luego siguió en Radio Buenos Aires, Radio Rivadavia y Radio Continental, donde acompañó a Juan Alberto Badía, Lalo Mir y Oscar González Oro. Ellos fueron quienes le enseñaron y la ayudaron a crecer en la profesión. La curiosidad la llevó a hacer producción periodística en distintos programas radiales, tocando temas de actualidad, interés general y política.
Dio el salto a la televisión como productora de Chiche Gelblung, hasta que un día le ofrecieron hacer un copete frente a cámara. Fanática del cine, el teatro y la música, en el ciclo “De 9 a 12”, conducido por Maby Wells, comenzó con su columna de cultura y espectáculos, y luego fue convocada para acompañar a Ángel de Brito en BDV junto a Mariana Brey. Lo que comenzó por un verano, se extendió por ocho temporadas.
La periodista además publicó sus notas en distintas revistas, con reportajes, y particularmente en suplementos del mundo del espectáculo. Una serie de trabajos que le ayudaron a aprender día a día. En la actualidad, trabaja en “Hoy Nos Toca” en el Canal de la Ciudad, y logró convertirse en una marca registrada en LAM, el ciclo conducido por Ángel De Brito.
-¿Te gusta hablar de tu vida privada?
Andrea: Hubo un par de veces que me entrevistaron y me preguntaron cosas de mi intimidad, de mi familia y todo eso. Yo algunas cosas cuento, otras no. Pero con Ángel hacemos ese juego de una "realidad fantasiosa" por así decirlo. No soy de contar mucho, pero sí me preguntan no tengo drama. A veces la gente a través de las redes se involucra con lo cotidiano y todo eso, pero la mayoría de las veces no tengo drama en hablar.
-¿Cómo recordas hoy a tu madre?
Andrea: Ella falleció a principios de este año y fue un momento muy duro en lo personal. Venía atravesando diferentes enfermedades, nada terminal, pero estaba grande. Fueron muchos años de lucha y me costó terminar de caer en la realidad. El otro día conté que me había agarrado una regresión en los sueños. Soñé que era chica y aparecían mariposas, rarísimo, pero una cosa muy linda en verdad. Mi cabeza evidentemente eliminó lo malo porque el sueño fue muy lindo.
A mi mamá la recuerdo con los momentos que compartí de chica. Ella era modista y recuerdo cuando me sentaba a su lado para acompañarla, mientras ella trabajaba y escuchaba la radio, o música clásica. También la recuerdo cuando leía o cocinábamos juntas. Creo que lo que aprendí de mi mamá, disfrutándola en ese momento, estuvo bueno. Se ve que la cabeza y el corazón son inteligentes en algún punto. Cuando a ella le sobraban telas me hacía vestiditos y yo feliz jugaba todo el día con eso.
- Hablando del corazón, el otro día Ángel te dijo que este era tu año. ¿Qué opinas al respecto?
Andrea: Mi corazón está tranquilo. La verdad que no conocí a nadie todavía, por ahí si tuve alguna cena con algún señor, pero todavía no llegó el amor a mi vida. No tengo definido un rango etario, pero no estaría con alguien muy mayor como tampoco con alguien muy joven. El tema de la edad no es algo que me molesta. Yo estuve en pareja varios años, conviví y aunque el trabajo para mí es muy importante, nunca me condicionó para estar en una relación. Siempre fui a la par, trabajando y en una relación. Me encanta compartir, como a la mayoría de las personas, no soy muy enroscada en eso. Desde una cena, la cocina o un silencio también. La música, el cine, el teatro, creo que son planes perfectos para compartir de a dos.
-Durante todos estos años trabajando en el medio, ¿creés que cumpliste algún sueño o tenés alguno por cumplir?
Andrea: Creo que cumplí sueños sin imaginármelos. Por ejemplo, en un momento de mi vida me encontré trabajando con Badía o Lalo Mir, y yo decía ‘esto no puede ser verdad’. Se fueron dando sueños sin buscarlos, y lo agradezco profundamente.
Me pasó que conocí a Graciela Borges, y después de entrevistarla nos hicimos muy amigas. Ella marcó mucho en el cine argentino y yo vi todas sus películas. También me pasó con músicos como Lito Vitale. Para mí son como flashes, donde me doy cuenta de las posibilidades que me dio la profesión, es algo que agradezco un montón, conocer gente que admiro, que consumía en su momento o veía en la televisión. Gracias a esta profesión conocí a muchas personas que después me pude hacer hacer amiga, conocer en profundidad e instruirme.
El otro día en el Canal de la Ciudad entrevisté a Antonio Grimau y le pude transmitir ese sentimiento. Yo lo veía en las telenovelas, entonces a la hora de entrevistarlo lo hago con mucha responsabilidad y admiración.
-¿Cómo vivís el éxito de LAM de la mano de Ángel De Brito?
Andrea: Mira, cuando empezamos con BDV me citaron junto a Marina Brey y Ángel De Brito. A Mariana no la conocía, pero a Ángel un poco sí. Todo fue por un verano y terminamos haciendo ocho temporadas, pegamos muy buena onda rápido sin conocernos. Me encanta porque es un programa que la gente recuerda con mucho cariño, y es lo mismo que pasa con LAM. Todo esto es puro mérito de Ángel, porque empezó a volcar su conocimiento, experiencia y a crecer aún más. Yo siempre digo que Ángel tiene cintura para manejarse, porque hay que conducir un programa así, la información y varias mujeres al aire. Él lo hace porque lo eligió, porque le gusta y porque si bien a veces nos descontrolamos, sabe cómo ponernos un freno. Creo que se nutre y está bueno, entonces logró hacer de LAM un programa que marca agenda, emblemático por así decirlo. También pasa con el “LAMMM” que quedó como marca registrada y fue pura casualidad. No entiendo por qué me llevé la mano a la boca, quedó así, nada pensado.
-¿Cómo es tu relación hoy con Mariana Brey?
Andrea: Con Brey tengo una excelente relación, somos amigas, al igual que con Karina Iavicoli. Pero ahora los tiempos son diferentes y no nos vemos tanto. Si hablamos mucho por teléfono, pero no tan asiduamente, pero por una cuestión de que ella tiene chicos chiquitos y por la noche se complica.
-¿Cómo se llevan entre las angelitas?
Andrea: Creo que ahora estamos en un periodo particular. Yo estoy muy tranquila. Nos llevamos super bien todas, pero cuando una tiene algo que defender lo hacemos y discutimos en el buen sentido. Yo creo que puedo disentir con alguien y no tener la misma opinión, entonces ahí es cuando defiendo mi postura, pero desde un punto de vista tranquilo. Creo que ahora la cuestión pasa más por Yanina Latorre y Estefi Berardi, que se pelean por tener la primicia.
-¿Tenés una angelita favorita?
Andrea: A mí me encanta Pía Shaw, la quiero y admiro mucho. Nos conocemos desde hace muchos años, pero nunca habíamos trabajado juntas. Este verano me invitó a hacer radio con ella y nos divertimos un montón. Tenemos la misma curiosidad periodística innata.
-¿Como es tu relación con Yanina Latorre y Estefi Berardi?
Andrea: Yo trabajo bien con todas. Que comparta determinadas cuestiones a veces lo manifiesto y otras me corro porque es un tema de ellas. Cuando discutimos cuestiones relacionadas a temas laborales específicamente, se da naturalmente. Nadie nos marca y es así. Muchas veces opinamos diferente y en otras coincidimos. Lo que pasó con Yanina fue una cuestión personal que ella llevó al aire un tema y yo me enojé. Pero ya di vuelta la página, no es un tema que me preocupe. Estefi tiene un gran futuro por delante, solo que tiene que ser más rigurosa, pero está aprendiendo. Ella tiene toda la pasta y por momentos queda impune, pero va a aprender. No es que lo haga mal ahora, pero uno con el tiempo va aprendiendo cosas. Lo hace muy bien y le está encontrando la vuelta.
-¿Extrañas alguna angelita?
Andrea: Extraño mucho a Mariana Brey. También a Analía Franchín que fue una de las primeras del grupo. Ella es muy divertida, me acuerdo que siempre tenía anécdotas relacionado a todo. Pensa que ella comenzó desde muy chica siendo notera, siempre trabajó mucho. Es muy divertida.
¿Cuál es el tipo de información con el que te sentís más cómoda a la hora de trabajar?
Andrea: A mí lo que más me gusta son los temas de investigación, lo relacionado con temas policiales o de derecho. Los casos donde está involucrada la Justicia me encantan, pero desde un lugar bien porque lo tomo con mucha conciencia y me gusta investigar. Son temas que jamás dejo de lado, sino que los sigo hasta el final. El caso de la víctima de Sebastián Villa, o el de Beatriz Salomón y la denuncia de Betina son temas que seguí muy de cerca. Estuve casi nueve meses con lo de Betina y no iba a decir nada hasta que ella no hiciera la denuncia.
Son casos donde me siento capacitada y empática con la situación, más allá de que sean complicados y graves. Ese costado me atrapa.