Soledad Pastorutti fue protagonista de una celebración única, marcada por la calidez de su tierra y la presencia de quienes siguieron de cerca su camino. Con el correr de los años, aquella historia de amor se transformó en una unión celebrada con alegría y emoción. La ceremonia reflejó no solo el vínculo con su compañero de toda la vida, sino también su fuerte arraigo con sus raíces.
El casamiento de Soledad Pastorutti con “su primer y único novio”
Soledad Pastorutti vivió uno de los momentos más importantes de su vida cuando decidió dar un paso trascendental. En su Arequito natal, rodeada de afectos, selló una historia que había comenzado muchos años antes. El evento fue tan emotivo como multitudinario, con detalles que reflejaron el estilo de la artista y la solidez de una relación construida lejos de los flashes

En abril de 2007, la cantante dio el “sí” en su pueblo natal junto a Jeremías Audoglio, su pareja desde hacía casi una década. La boda, celebrada con emoción y calidez, fue el broche de oro para una historia de amor que había comenzado en 1998, cuando la artista apenas terminaba el secundario nocturno y ya se abría paso en el mundo artístico.

Desde entonces, “La Sole” y “Jere”, como se llaman entre ellos, construyeron una relación sólida, acompañada de crecimiento personal y profesional. Mientras Soledad Pastorutti se consolidaba como referente del folclore nacional, su vínculo con Jeremías Audoglio se mantenía firme, lejos del ruido mediático. Él la acompañó en giras, proyectos y decisiones clave, convirtiéndose en su compañero de vida dentro y fuera del escenario.

La ceremonia fue multitudinaria: más de dos mil personas, entre familiares, vecinos y fanáticos, se acercaron a la plaza central del pueblo para acompañar a la pareja en uno de los días más importantes de su vida. La cantante llegó al altar del brazo de su padre, Omar Pastorutti, vestida con un diseño blanco con lazo dorado, corset y una larga cola de tul. Ocho niños la escoltaron en su entrada, mientras el arquitecto la esperaba con un elegante jaquet.
Luego del evento religioso, los recién casados se trasladaron a Rosario, donde celebraron con una fiesta para 800 invitados en el salón Metropolitano del Shopping Alto Rosario. La entrada de los novios fue acompañada por la canción “She” de Elvis Costello, y el menú incluyó delicias como mollejas glaseadas, cordero arrollado con papines y crumblé de manzana con helado.

En entrevistas posteriores, la cantante contó que, a pesar de tener personalidades muy distintas, ella más impulsiva y él más reflexivo, lograron complementarse y formar una familia sólida. “Somos como el agua y el aceite, pero congeniamos perfectamente”, expresó. Fruto de ese amor nacieron sus dos hijas, Antonia y Regina, quienes también forman parte del universo artístico de su madre.

Aquel casamiento no fue solo una fiesta inolvidable, sino también el inicio de una historia que ya llevaba años construyéndose. Soledad Pastorutti y Jeremías Audoglio consolidaron su vínculo con una ceremonia que reflejó la esencia de ambos. Con el paso del tiempo, esa unión se fortaleció, y hoy siguen compartiendo la vida con la misma complicidad que los llevó a dar el “sí” en 2007.
VDV

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