A casi 2 meses de la inesperada muerte de Mauro Viale, su esposa, Leonor, rompió el silencio y por primera vez habló de lo sucedido con quien fue su marido por más de 50 años.
En diálogo con Pía Shaw, en CNN Radio, la reconocida psicoanalista habló de las últimas horas de Mauro y de cómo atraviesa su presente sin su marido. "Estoy bien", comenzó la charla en la que sorprendió por su entereza y siguió con su relato: "Me descubrí más fuerte de lo que imaginaba".
Mauricio Goldfarb, tal era su nombre real, de 73 años, y Leonor construyeron juntos una hermosa historia de amor que comenzó cuando eran adolescentes. Tras una salida al cine, nunca más se separaron y después de un breve noviazgo, sellaron su amor en un templo, momento en el que comenzaron a escribir su historia que refrendaron con el nacimiento de sus dos hijos Ivanna y Jonathan.
La mujer quedó inesperadamente viuda cuando el periodista fue atacado por el COVID 19 y en pocos días falleció.
Hoy la familia quedó sin una de sus columnas vertebrales y tras un duelo en absoluto silencio, Leonor Schwadron confesó sus sensaciones. Con un gran respaldo de psicoanálisis, la mujer dijo "Me descubrí más fuerte de lo que imaginaba. Les doy fuerza a mis hijos, disfruto a mis nietos y evito generarles preocupación".
Mauro y Leonor se amaban profundamente y entre ellos reinó la armonía junto a la defensa de la familia. "Mauro dejó dos legados muy importantes", dijo Leo y continuó: "primero, el amor por la familia. Ser un ferviente defensor de los suyos y el segundo, fue el trabajo, donde fue el maestro de muchos", para así asegurar: "Tengo el orgullo de haber sido y seguiré siendo la mujer de Mauro Viale".
Con una serenidad propia de quien no tiene asignaturas pendientes, la mujer relató cómo fueron los últimos días de su marido: "No tuvo la suerte de que le dieran la Sputnik como a mi. Se sentía mal pero como era un soldado fue a trabajar igual. Cuando llegó a casa tenía 39° de fiebre y más", recordó y dio más detalles: "Mi hija Ivana le puso paños fríos y como no mejoraba llamamos al médico. Cuando vinieron le dijeron que se tenía que internar pero él no quería. Finalmente una doctora le habló muy tajante y lo convenció".
Tras contar en detalle las últimas horas en vida del periodista, Leonor habló con su profunda herida "Fue todo muy repentino. Alguien se apuró a bajarlo a la sala y dejarlo sin oxígeno y eso fue una equivocación, pero no quiero buscar culpas. Ahora esa persona está con su vida y nosotros con una pérdida irreparable. Además, la vacuna lo arrasó"
En el momento del fallecimiento de Mauro, Leonor, por ser contacto estrecho, no lo pudo despedir, y ahora, que se aproxima el día del padre va a hacerlo: "Vamos a homenajearlo en el cementerio israelita con una ceremonia junto a nuestros hijos y nietos a cargo del rabino que casó a nuestros hijos. Para mi va a ser un soporte emocional y tengo que hacer análisis para superar esto"
Por último, se refirió a sus gran amor: "No tengo más que agradecimiento hacia Mauro. Me hizo crecer y me enseñó. Me llevó a la tele y fui la primer en hacer psicoanálisis en la televisión. Para nosotros será siempre un motor", y culminó: "Cuesta, pero la vida sigue".