La trágica muerte de Cacho, el abuelo de Wanda Nara: "Era especial para él"

El vínculo entre Wanda Nara y su abuelo siempre fue especial. Cacho, figura muy querida en su entorno familiar, fue una presencia constante en su vida y en la de su abuela, Rosa. La pareja compartía más de medio siglo de matrimonio, y para ambos, estar cerca de su nieta era un motivo de felicidad.

En una visita familiar, la empresaria compartió momentos especiales con ellos: un almuerzo casero, mates y charlas que quedarán grabadas para siempre en su memoria. Lo que comenzó como un encuentro lleno de alegría terminó convirtiéndose en una despedida inesperada que marcó la vida de Wanda Nara.

Él último día de Cacho con Wanda Nara

Wanda Nara relató como había preparado todo para recibir a sus abuelos en Italia: “Hace meses planeamos este viaje con mis abuelos... Ellos estaban felices de conocer a Benedicto. Tomé mate con ellos, almorzamos. Estaban felices, sobre todo mi abuelo”, recordó. La empresaria reveló que preparó una pasta con pesto y compartieron una tarde familiar: “Tomé el mate más feliz de mi vida”, escribió en ese entonces.

En su relato, la empresaria recordó que su abuelo estaba emocionado por ese encuentro: “Le dije que el viaje era cansador, y me dijo que no, que era el día más feliz de su vida, que más no podía pedir”. Palabras que hoy resuenan con más fuerza, como una despedida cargada de ternura.

Un adiós que no se dijo

Después del almuerzo, Wanda Nara acompañó a su abuelo a descansar: “Lo fui a acostar, le destapé la cama, le dije lo feliz que estaba de tenerlos en mi casa y lo tapé. Volví al living con mi abuela”, relató conmovida. Horas más tarde, al ir a despertarlo, descubrió que había fallecido mientras dormía: “Fui a despertarlo, sola. Nunca se despertó de esa siesta. Mi abuelo se fue feliz”.

En ese momento, Wanda Nara expresó en sus redes sociales su gratitud y fe: “Le pido a Dios que reciba a mi abuelo. Pocas personas tan honestas conocí en esta vida. Y ayúdame a cuidar a mi abuela, que se quedó sin su compañero después de 56 años de matrimonio”. Un testimonio de amor, despedida y serenidad que sigue mostrando, con el paso del tiempo, el costado más humano y sensible de una de las figuras más mediáticas del país.