Arnaldo André, Claribel Medina y Jazmín Laport son los protagonistas de “Nunca es tarde”, la obra de teatro que presentaron durante la temporada de verano y que ahora gira por el resto del país. Este sábado 26, la puesta teatral llegará al escenario del Teatro Gran Rivadavia en su única función en CABA. Luego, seguirán por el Teatro Morón y en Cine Francés de la localidad de Rojas.
En diálogo con CARAS Digital, los actores hablaron de este presente que los encuentra presentándose por toda la provincia arriba de distintos escenarios. “Tenemos una comedia que es garantía para que el público se divierta”, aseguró Arnaldo André sobre esta pieza teatral en donde encarna a Raúl, un irónico y obstinado actor que tuvo su momento de fama hace 40 años y espera un personaje estelar que ya nunca le llegará.
La trama de la obra gira alrededor de una familia disfuncional. Maira, la exesposa y actual representante de Raúl, busca que él acepte un papel acorde a la realidad laboral que le toca vivir. “Es una comedia familiar, que tiene un toque de ingenuidad y recuerda a esos tiempos en donde el humor transitaba cosas que tenían que ver con la familia y uno ahora llega a dudar si ese humor va a seguir funcionando, y la vida te sorprende porque seguimos siendo niños y aquellas cosas que son honestas nos tocan de cerca. Fue una enorme sorpresa y alegría con que la gente conectaba con eso”, aseguró Claribel Medina.
El obstáculo para este hombre es que el único proyecto a la vista es una creación de Belén, la rebelde y talentosa hija de ambos, que parece imposible de concretar porque padre e hija llevan años sin hablarse por una discusión que sólo ellos conocen. “La obra tiene sus matices, van surgiendo los ensayos y está lo que uno charla con los compañeros. Empiezan a fluir las funciones y empezás a entender ciertas cosas”, dijo por su parte Jazmín Laport.
-¿Cómo fueron armando esta dinámica de familia?
Arnaldo André: -El texto nos da todo y fuimos descubriendo desde los ensayos, Esa relación se ve desde un primer momento. Nos han dicho que parece que somos una verdadera familia. Somos tres personas que nos llevamos muy bien, apostamos muchísimo por esta obra y nos divertimos. Todo es fácil hacerlo y decirlo. Cuando toca un descanso a los pocos días ya estoy pesando: “Cuándo toca volver”.
Hay algo que yo admiro y es la responsabilidad y la capacidad profesional, y estas mujeres son dos grandes profesionales y hace que uno transite cómodamente.
Claribel Medina: -Arnaldo es muy generoso en escena, nos da libertad de poder transitar ese espacio en escena. Cada obra es nueva y diferente, la idea es entregarse a ese texto y no repetirse, porque uno está tentado a recurrir a esos recursos que saben que funcionan. Pero si agarrás el texto y te llenás de todo lo que te da, cuando eso pasa, para mí aparece la magia. En este caso se permite ese juego. Tenemos una cosa muy linda, la gente cree que somos una familia porque cuando escuchás de verdad, aparece la respuesta genuina.
Jazmín Laport: -Me pasa particularmente que rengo buen oído en el sentido en que me gusta escuchar y recibir las críticas constructivas. Me genera esta cosa de querer escucharlos para poder nutrir y absorber sus herramientas. Soy muy consciente que en esta etapa de mi vida estoy trabajando con dos personas que tienen una gran carrera. Absorbo esa fuente de juventud que son estos dos y que yo, con 26 años, soy la que muchas veces se quiere ir a dormir temprano (risas).
-¿Cómo fue para vos Arnaldo estar en el rol de la dirección también?
-Mi experiencia dirigiendo siempre ha sido difícil porque quiero estar ahí en el escenario. En este caso convoqué a un asistente de dirección muy respetado como lo es Carlos Donigian. De todas maneras yo estoy muy concentrado en el trabajo que me convoca a mi como actor.
-¿Qué es lo que a cada uno le tocó en lo personal?
C.M.: -Lo que tiene la obra es esta idea de que no siempre hay que ser una unidad. Te lleva a desear que estas tres personas tan diferentes se puedan llegar a llevar bien, eso me tocó mucho en lo humano. Después del humor, me encanta que pueda explotar lo que a mí me gusta de mi payasa.
J.L.: -Me sentí identificada con ella por el hecho de cómp la rema para no ser "la hija de". Charlando con mis viejos, que se mataban de risa, pensábamos con qué bueno era esto de tener una propuesta de trabajo que me permita hacer una especie de psicoanálisis arriba del escenario.
A. A.: -Me dio la oportunidad de mostrarme como comediante al 100 por ciento. Además, me deja pensar en esto del título de que nunca es tarde, algo que debería estar en todos nosotros. Nunca es tarde para todo, para enamorarse, para lograr ese laburo.
C.M.: -Ahí difiero con Arnaldo porque para mí ya es tarde para nadar en mar abierto o para hacer de Julieta en "Romeo y Julieta", (risas) aunque para algunas cosas no es tarde.