El reciente fallecimiento de Juan Urquijo de la Sierra, a los 63 años, marca el cierre de un capítulo trágico y controvertido en la historia reciente de España. Conocido por ser el hijo menor de los marqueses de Urquijo, Juan vivió gran parte de su vida bajo la sombra del brutal asesinato de sus padres en 1980, un suceso que conmocionó al país y que nunca dejó de perseguirlo.
La madrugada del 1 de agosto de 1980, los marqueses de Urquijo fueron asesinados en su residencia de Somosaguas. Este caso, lleno de intrigas y giros inesperados, resultó en la condena de Rafael Escobedo, esposo de Myriam, la hermana mayor de Juan. Sin embargo, desde el inicio, el juicio dejó más preguntas que respuestas. Aunque Escobedo fue declarado culpable, la sentencia admitía la posibilidad de que otros estuvieran implicados, pero estos nunca fueron identificados.
El caso marcó un antes y un después en la vida de Juan. Pasó de ser un joven despreocupado de la alta sociedad madrileña a un hombre retraído, cargado con el peso de las sospechas y los rumores. Tanto él como su hermana Myriam lucharon durante años para desvincularse de las teorías que apuntaban a supuestos intereses económicos detrás del asesinato.
Juan Urquijo de la Sierra y el silencio que marcó su vida
Tras el juicio, Juan adoptó una vida de bajo perfil, alejándose de los medios y de cualquier protagonismo público. Aunque heredó los títulos de VI marqués de Urquijo y marqués de Loriana, nunca mostró interés por utilizarlos como plataforma social o mediática. Su decisión de permanecer en la sombra fue constante: rechazó participar en documentales, escribir memorias o conceder entrevistas, incluso cuando la prensa volvía a revivir la tragedia con cada aniversario.
En los últimos años, su vida profesional lo llevó a residir en Panamá, donde desempeñó roles importantes en empresas de calificación crediticia y desarrollo inmobiliario. A pesar de su éxito laboral, mantuvo una existencia discreta, reservando su vida personal para su círculo íntimo.
Juan encontró estabilidad en su matrimonio con Rocío Caruncho, con quien tuvo tres hijos: Victoria, Juan y Marieta. La pareja enfrentó una crisis en 2017, pero logró superar el bache y continuar unida hasta el final. Según allegados, su familia fue siempre un pilar fundamental para él, especialmente durante los últimos dos años, cuando enfrentó un diagnóstico de cáncer que finalmente le costó la vida.
El caso del asesinato de los marqueses de Urquijo sigue siendo uno de los grandes enigmas de la crónica negra española. Aún hay quienes buscan reivindicar la inocencia de Rafael Escobedo, alegando pruebas inconsistentes y teorías sobre la participación de sicarios en el crimen. Sin embargo, para Juan Urquijo, esa batalla terminó hace mucho tiempo.
VO