Días atrás, Luli Fernández reportaba a través de las redes el violento robo que había sufrido con su familia en su casa luego de que dos hombres ingresaran por la fuerza y los asaltaran. "Lo hablé un montón de veces pero todavía me tiembla todo el cuerpo al recordarlo. Pasan los días y es inevitable pensar en todo lo que no pasó pero pudo haber pasado", dijo la modelo sobre aquél momento.
Si bien según su relato el asalto duró poco, realmente fue una experiencia traumática para toda la familia: "Lo vi entrar a Christian con un tipo con barbijo por detrás... ahí vi el arma. Mi marido me dijo que me pusiera boca abajo en el piso... yo estaba cambiando a Indalecio, lo tenía con los pantaloncitos bajos y me puso con él en el suelo, yo recostada sobre él", recordó en diálogo con Los ángeles de la mañana.
"Lo increíble fue que en todo el tiempo que duró el robo, no emitió sonido. Se quedó quietito... sólo se quejó un poco cuando me dicen que si no les doy las joyas se lo iban a llevar. Ahí Christian agarra al nene y dice 'no se llevan nada'... les juro que pensé que nos mataban", relató la conductora sumamente angustiada por el hecho.
La modelo, luego detalló las secuelas con las que vive y en especial las de Indalecio. "Yo no me olvido más la mirada del tipo... es muy dura. En tres oportunidades me dijo que se iba a llevar al nene. Yo pensaba que él no se iba a dar cuenta de nada pero con sus 13 meses, sintió todo. Hay días en los que no puede dormir bien", reveló.
" Un día, mientras estaba jugando, le dije que los señores malos no iban a volver y él me miró y salió corriendo, como que no quería escuchar", cerró Fernández su duro relato.