La hora pico del tránsito en la mañana porteña no puede calar la tranquilidad de Viviana Canosa (47). Mientras en el taxi le acomoda el cabello a su hija Martina (5), le agradece que haya aceptado hacer juntas la primera producción para Caras por el Día de la Madre.
“Con la maternidad descubrí la paciencia, no conocía esa palabra”, dice Viviana ni bien llega al Four Seasons. Su distensión está en las antípodas de esa ajetreada conductora de Los Profesionales de Siempre que sólo vivía para trabajar. Desde que tuvo a su primera hija a los 41 años junto a Alejandro Borensztein (62) cambiaron todas sus prioridades. Decidió bajar el ritmo de sus 25 años ininterrumpidos de trabajo para criar a Martina.
“Antes era workaholic y ser mamá fue shockeante. En mi vida la maternidad es un milagro. Siempre tuve el instinto maternal con mi familia, mis amigos… pero mi hija me dio amor incondicional y el aggiornamento más grande: me hizo más ama de casa: por ella empecé a cocinar, a lavar platos... vi cómo le divertía cocinar juntas y ahora preparamos tantas cosas dulces como saladas”, agrega y le pregunta a Martina si quiere hacerse bucles para las fotos. “Es re coqueta. Por suerte el año que viene va a usar uniforme y va a ser más sencillo... ahora como ella elige lo que se pone, ir al jardín es todo un desfile. No le gusta repetir la ropa en la misma semana. Mi mamá bromea con que yo hacía lo mismo”, asevera entre risas quien tuvo al tiempo como mejor aliado.
“El día a día me enseñó a ponerle límites a Martina, a medida que fue creciendo nos fuimos conociendo y ahora todo se da naturalmente. Alejandro es más terminante. También, como toda mamá primeriza, al comienzo era un poco obsesiva. Hoy me relajo y la suelto más: suele hacer ‘pijamadas’ en la casa de su prima o con sus amigos del jardín. La dejo ser… quiero que mi hija vaya por todo y brille en lo que le guste. Se puso re contenta cuando se enteró que el año que viene tiene un taller de radio”, cuenta mientras ya la estimula en sus preferencias.
La nieta de Tato Bores va a un colegio bilingüe, a danza, y hace dos años que estudia Pintura y Cerámica, hobby que la periodista le heredó. “Cuando entro al taller de dibujo, algunos chicos están corriendo y a ella la veo concentrada dibujando. Puede pasarse horas pintando con temperas, al óleo… es su fuerte. Yo hice pintura y dibujo de chica. Iba a entrar a Bellas Artes pero después quedé en Dior y me fui de viaje a París”, destaca y comparte con orgullo el dibujo que le hizo su heredera para el Día de la Madre: “Le dije que fue el regalo más lindo que recibí. Es difícil hablar de un hijo, pero siento que Martina es una niña súper madura e inteligente. Tiene un vocabulario riquísimo. A veces tiene sus berrinches pero le duran poco. Adoro el impresionante vínculo que tiene con mis papás Mirta y José ya que mi mamá pensó que yo iba a ser la única hija que le iba a deber los nietos. Alejandro dice que no existe en el mundo una suegra mejor que la suya”.
Y, al hablar de su pareja, Viviana cuenta por qué decidió darse una segunda oportunidad: “Con ‘Ale’ volvimos a convivir y ahora nos vamos de viaje los tres. No es verdad que buscamos otro bebé, sí que estamos muy bien. La distancia fue un momento de crecimiento mutuo. Nunca dejamos de hablar, no nos separamos por falta de amor, sólo por neurosis absoluta. Había que parar”.
Barajar y dar de nuevo es común en la vida de Canosa: no conoce la evolución sin riesgos. En el mejor momento de su carrera, dejó el periodismo de Espectáculos por aburrimiento y, en 2015, se animó a entrevistar a los precandidatos y políticos para Clarín e Infobae.
“Me siento cómoda en ese lugar y por ahí quiero ir. Ya estoy hablando para volver a la televisión en 2019 con un programa periodístico diario de interés general y entrevistas. Y a su vez continuaré con la radio que me encanta, ahora estoy de lunes a viernes de 16 a 18 con Vivi en la Radio en la 990”, manifiesta al mismo tiempo que escribe su tercer libro llamado La Felicidad. Un estado interno que refleja físicamente y tiene sus razones: “Soy feliz siendo madre y mujer porque durante mi embarazo jamás descuidé mi feminidad. Nunca tuve depresión posparto. Siento que cuanto mejor estoy como mujer, mejor mamá soy”.
por Naiara Vecchio
(Producción: Sol Miranda)
sole rubio
Agradecimientos: Producción: @solmirandaok. Fotos:
@solerubio. www.solerubio.com. Locación: Hotel Four Seasons. Dot Store by Laurencio Adot. Thiago
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