Charlotte, la nieta de Carlos III, que llena un espacio vacío en la vida del Rey: “La hija que nunca tuvo”

La figura del rey Carlos III estuvo marcada por la responsabilidad, las polémicas familiares y una vida pública llena de deberes reales. Sin embargo, más allá del protocolo, el monarca británico guarda un espacio profundamente emocional reservado para su nieta, la princesa Charlotte.

Según expertos en Casa Reales, Charlotte no solo es una de las grandes alegrías del soberano, sino que también colmó su anhelo de haber tenido una hija mujer. 

La princesa Charlotte es para Carlos III la "hija que nunca tuvo"

La conexión entre Carlos III y la hija de los príncipes de Gales, William y Kate Middleton, va más allá del vínculo habitual entre abuelo y nieta. Tal como lo reporta la revista People, el rey sentiría una especial debilidad por Charlotte, quien supo ganarse su corazón con gestos pequeños. Como una pulsera de la amistad que, ella misma habría creado para él.

Charlotte reside con su familia en Adelaide Cottage, cerca del Castillo de Windsor, una ubicación que favorece los encuentros frecuentes con su abuelo. Allí, Carlos suele pasar largas estancias, y aprovecha para compartir tiempo con sus nietos George, Louis y la pequeña de diez años. En estos encuentros, Charlotte brillaría como la preferida de entre sus otros dos hermanos. 

El vínculo con Charlotte destaca aún más si se contrasta con la tensa relación que el rey mantiene con su hijo menor, el príncipe Harry, y con los nietos que este tiene con Meghan Markle, llamados Archie y Lilibet.

Desde el Megxit, en el que Harry y Meghan decidieron alejarse de sus funciones reales en 2020, el contacto con Carlos fue esporádico y complicado. Las recientes declaraciones del príncipe, en las que señalaba que su padre se niega a hablar con él, revivieron el escándalo con el último hijo de Lady Di. 

En este contexto complejo de disputas con la familia del príncipe Harry, la princesa Charlotte, que es hija de William, se convirtió en la niña más querida del rey. Ya que representaría símbolo de armonía con la familia de Kate Middleton y una fuente constante de alegría para el rey Carlos III.

Según los expertos, su vínculo especial con la niña ofrece al monarca un ancla emocional que lo conecta con la familia que tiene cerca y con el sueño de haber tenido una hija. 

Charlotte, la nieta de Carlos III, que llena un espacio vacío en la vida del rey de Inglaterra, no solo se erige como la favorita entre los nietos sino también como una figura de complicidad entre William y su padre, dejando así de lado a Harry y Meghan.

C.G.