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La historia de Mónaco y su familia principesca está llena de alianzas y amistades cercanas que ayudaron a mantener su estabilidad en tiempos complejos. Entre estos lazos inquebrantables, uno de los más duraderos fue el que unió a los Grimaldi con la familia Ardant. Encabezados por el coronel francés Jean Ardant, los Ardant se convirtieron en confidentes y protectores de la familia de Grace Kelly y Rainiero III, y jugaron un papel vital en la crianza y acompañamiento de los jóvenes príncipes, especialmente de Carolina de Mónaco.
Quiénes son Los Ardant, los amigos íntimos de Grace Kelly que criaron a Carolina de Mónaco
Jean Marie Ardant, nacido en Limoges en 1908, provenía de una familia francesa de la burguesía terrateniente, pero la falta de recursos lo llevó a optar por una carrera militar. Este camino lo convirtió en un hombre destacado dentro de las tropas coloniales francesas, donde tuvo el mérito de preparar el desembarco de las fuerzas aliadas en Provenza durante la Segunda Guerra Mundial.
Fue en este periodo cuando el oficial forjó un vínculo profundo con el príncipe Rainiero, quien veía en Ardant una figura casi fraterna. En 1958, una vez licenciado del ejército, aceptó el ofrecimiento del royal de unirse a su equipo en Mónaco, lo que selló su posición como una sombra fiel para los Grimaldi hasta su muerte en 1976.
Desde su llegada al palacio, el matrimonio Ardant –Jean y su esposa Jacqueline Lecoqc, una joven abogada que abandonó su carrera para acompañarlo– se convirtió en una presencia constante tanto en los eventos oficiales como en la intimidad de la familia Grimaldi.
Esta cercanía permitió que los hijos de los Ardant crecieran en contacto cercano con Carolina de Mónaco, Alberto y Estefanía, los hijos de Rainiero y Grace Kelly. La conexión fue tal que el oficial llegó a ser uno de los tres testigos en la boda civil del príncipe y la actriz estadounidense en 1956, y posteriormente acompañó al royal en su boda religiosa.
AM
