Hasta hace poco la gran preocupación en la vida de Nicole Kidman era la belleza y el inevitable paso de los años. Pero al celebrar los 54 sus prioridades han cambiado. Siempre estuvo atenta a la educación de sus hijas Sunday Rose (12) y Faith Margaret (10), fruto de su unión con el músico country Keith Urban (53) –aunque ella tiene otros dos hijos adoptados junto a Tom Cruise (58) que son Isabella (28) y Connor (25)–.
Desde hace tiempo Nicole viene manifestando su preocupación por el crecimiento de sus hijas en un mundo “no tan inocente” como asegura. “Soy muy afortunada por tener este marido y estas hijas. El amor nos une”, confesó la actriz tras haber sido fotografiada por el sitio Guacamouly.com.
Con sus pequeñas que ya manifiestan su pasión por la moda y hasta debutaron como extras en “The Undoing”, que acaba de filmar junto a Hugh Grant para HBO, sale de compras por Nueva York y visita las tiendas de vanguardia. Sin embargo, ahora decidió ponerles algunos límites.
“Lo que me encanta de ser una madre mayor es la paciencia que adquieres y la sabiduría que conlleva. Lo que he aprendido ha sido muy beneficioso para la capacidad que tengo ahora de criar a mis hijas”, aseguró.
Y no se quedó allí y explicó sus límites. “No soy experta en tecnología y es muy difícil monitorear todo lo que hacen con ella, estar atenta a lo que publican. Por eso no dejo a mis hijas estar en Instagram. La de 12 está descubriendo ese mundo y estamos en una continua pelea: ella pidiéndome permiso para abrirse una cuenta y yo diciéndole que no. Trato de mantener intactas su confianza y autoestima, y seguir guiándolas, sin ser autoritaria. ¡No quiero ser una ‘madre helicóptero’ y estar sobrevolando su vida! A los hijos hay que permitirles cometer errores pero cuidarlos. ¡Hoy es una alegría tener a mi lado a estas hermosas mujercitas!”, concluyó con su gran sonrisa.