Carlota Casiraghi cumple 39 años sin poder desprenderse del todo de la etiqueta con la que fue señalada desde su nacimiento: la de heredera del glamour del clan Grimaldi. Como hija de Carolina de Mónaco y nieta de Grace Kelly, creció bajo el foco de la atención pública y de una expectativa vinculada al estilo, la elegancia y el rol institucional dentro del Principado. A pesar del paso del tiempo y de sus esfuerzos por marcar un perfil propio, el peso de ese legado continúa presente en su figura.

Carlota Casiraghi, bajo la sombra de Carolina de Mónaco pero con una identidad propia
La continuidad con su madre es evidente en algunos aspectos, especialmente en lo estético y en su estrecha relación con la maison Chanel. Ambas han sido embajadoras no oficiales del sello francés y referentes de la moda monegasca. Además, comparten un compromiso con la imagen del Principado, participando de actos oficiales clave. Sin embargo, Carlota ha desarrollado una relación diferente con la exposición pública: a diferencia de Carolina, que rara vez ofrece declaraciones, su hija mantiene un vínculo constante con la prensa y suele compartir reflexiones personales en entrevistas.
A nivel personal, en tanto, las diferencias entre ambas también son marcadas. Carolina, a los 39 años, ya era viuda de Stefano Casiraghi —fallecido en un accidente náutico en 1990— y atravesaba una etapa de fuerte reclusión. En ese entonces, su salud fue tema de interés público debido a una alopecia atribuida al estrés. Por el contrario, Carlota llega a esta edad sin haber ocupado nunca el rol de primera dama del Principado, ni haber manifestado interés en hacerlo. En entrevistas recientes, ha expresado su intención de alejarse del protocolo y de ciertas convenciones ligadas a la realeza.
Desde lo afectivo, también transitaron caminos distintos. Carolina vivió relaciones marcadas por el escándalo o la tragedia, mientras que Carlota ha mantenido vínculos más reservados. Fue madre junto al actor Gad Elmaleh, con quien tuvo a su primer hijo, y luego con Dimitri Rassam, con quien tuvo al segundo. Actualmente se encuentra en pareja con el escritor francés Nicolas Mathieu. En cada etapa, ha mantenido un perfil discreto, aunque con apariciones regulares en el ámbito cultural y editorial.
A sus 39 años, sigue siendo Carlota Casiraghi es una de las figuras más relevantes dentro de la realeza europea, en permanente tensión entre el legado familiar y una identidad que ha construido a lo largo del tiempo. Aunque aún bajo la sombra de su madre, Carolina de Mónaco, su recorrido refleja una trayectoria con matices propios.
F.A

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