La vida privada de la infanta Cristina de Borbón estuvo marcada por vínculos emocionales turbulentos, amistades cuestionadas y decisiones personales que incomodaron a la corona. Uno de los episodios más delicados que vuelve a salir a la luz tiene que ver con su relación con el recordado jugador de waterpolo Jesús Rollán, un vínculo que el rey emérito Juan Carlos I intentó frenar a toda costa.
Cristina conoció a Jesús Rollán cuando ambos estaban en su plenitud: él, una estrella del waterpolo nacional; ella, una joven princesa que se abría paso en un mundo donde todo estaba ya escrito. El magnetismo del atleta era innegable y según revelan los periodistas Francisco Ávila y Alberto Martínez en el libro “Jesús Rollán: Eterno”, Cristina se enamoró profundamente, aunque él jamás le correspondió de forma oficial.
La relación derivó en una amistad intensa, pero tan incómoda para la familia real que decidieron intervenir. El rey Juan Carlos I, preocupado por las compañías de su hija, pidió al CNI que investigara al entorno de Cristina. Rollán no era del agrado de la corona debido a su inclinación por la vida nocturna y, especialmente, su consumo de sustancias ilegales lo convirtieron en una amenaza para la imagen impoluta que querían preservar de la infanta.
La Casa Real aisló a la infanta Cristina para evitar las polémicas
El punto de inflexión fue cuando la Casa Real supo que Cristina habría probado drogas, influenciada por su círculo más cercano. Desde entonces, y según fuentes cercanas al entorno, comenzó un aislamiento progresivo de la infanta. Se limitó la exposición pública, se alejaron amistades y se le sugirió mudarse fuera del núcleo de Madrid. Así fue como Cristina eligió Barcelona, donde se sintió más libre, aunque jamás logró escapar del escrutinio mediático.
La historia con Rollán marcó un antes y un después en su vida afectiva. Si bien su posterior relación con Iñaki Urdangarin parecía haber puesto orden en su vida, los años comprobarían lo contrario. Urdangarin no solo fue infiel en múltiples ocasiones, sino que, tras la ruptura, llegó a filtrar versiones que hablaban de supuestas infidelidades de Cristina mientras él cumplía condena por el caso Nóos.
Hoy, la infanta vive una etapa de introspección. A pesar de que en el último año se la vinculó con hombres de su entorno más íntimo, todos pertenecientes al mundo del deporte o la aristocracia, no hay señales de una nueva relación formal. Lejos del protocolo y de las cámaras, Cristina parece haber elegido el bajo perfil.
VO

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