En las últimas horas, la prensa holandesa revolucionó a las redes sociales al destapar una supuesta salida nocturna de la princesa Leonor, heredera al trono de España, en una discoteca de los Países Bajos. Bajo el titular “Se vuelve loca”, el medio Royalty reveló detalles de esta escapada, dejando entrever un lado más relajado y social de la hija de los reyes Felipe VI y Letizia, que contrasta con su habitual imagen pública, seria y formal.
Leonor, de 18 años, no solo se dedica a sus responsabilidades como futura reina. Desde que comenzó su formación militar, tuvo la oportunidad de disfrutar de actividades propias de su edad, como planes con amigos y salidas a locales nocturnos. Sin embargo, estas situaciones siempre la comprometen, en especial por el estricto control que la reina Letizia Ortiz impone sobre la joven.
Según Royalty, la princesa asistió recientemente a una discoteca que cierra a las seis de la mañana, acompañada de su grupo de amigos y bajo un discreto pero necesario operativo de seguridad. A pesar de los esfuerzos de la familia real por garantizar cierta normalidad en la vida de sus hijas, estas salidas no pasan desapercibidas. El portal también señala que Leonor habría comenzado a frecuentar lugares en Pontevedra y sus alrededores, sorprendiendo a los vecinos con sus visitas.
Una salida con estrictas medidas de seguridad
Al igual que cualquier actividad de un miembro de la familia real, la salida de Leonor estuvo marcada por un operativo de seguridad que no deja espacio para la improvisación. Cada vez que la princesa decide disfrutar de un plan nocturno, debe notificar previamente los lugares que visitará para que el equipo encargado pueda organizar su protección.
Además, Leonor siempre está acompañada por escoltas durante sus salidas, algo que marca una gran diferencia respecto a los jóvenes de su misma edad.
Los rumores sobre las salidas nocturnas de Leonor no tardaron en generar opiniones divididas entre los seguidores de la realeza. Algunos valoran que la joven pueda disfrutar de momentos de ocio a pesar de la enorme presión que conlleva su rol como heredera al trono. Otros, en cambio, cuestionan si estas actividades son apropiadas para alguien que representa a la monarquía española.
Lo cierto es que Leonor, a pesar de ser la futura reina, es una joven que, como muchos de su generación, busca equilibrar sus responsabilidades institucionales con una vida social activa. A sus 18 años, parece estar explorando un camino en el que conviven el deber y la diversión.
VO