Una noticia sacudió esta semana los pasillos del Palacio de la Zarzuela: María Ocaña, la mano derecha de la Reina Letizia, dejará su puesto el próximo mes de julio. Su salida marca el final de una etapa breve, pero significativa en la transformación institucional que venía impulsando la Casa Real, y deja entrever el desgaste de la institución.
Designada en abril de 2024 como jefa de la Secretaría de la Reina, Ocaña se convirtió en la primera mujer en ocupar ese cargo en la historia de la monarquía española. Licenciada en Derecho, abogada del Estado, exfuncionaria de alto rango en varios ministerios y madre de tres hijos, su perfil parecía ideal para acompañar a Letizia Ortiz en una etapa de renovación y modernización institucional. Sin embargo, apenas catorce meses después, y en medio de una evidente sintonía con la Reina, decidió dar un paso al costado.
¿Por qué renunció la secretaria de la reina Letizia?
La noticia fue confirmada por fuentes oficiales de Zarzuela a la agencia Europa Press, que se limitaron a señalar "motivos personales y familiares" como la causa de su renuncia. Sin embargo, su salida generó sorpresa e incluso tristeza en el entorno de la Reina, según publicó el diario El País, ya que ambas habían forjado una relación de profunda confianza y cercanía.
María Ocaña no solo fue testigo privilegiado de los movimientos internos de la Corona, sino también protagonista activa de la nueva etapa que el rey Felipe VI buscaba implementar. Su llegada coincidió con el nombramiento de Camilo Villarino como nuevo jefe de la Casa del Rey, en un contexto donde la monarquía española atraviesa una creciente exigencia de transparencia y austeridad.
A diferencia de su predecesor, José Manuel de Zuleta, quien estuvo casi dos décadas en el cargo, Ocaña adoptó un perfil bajo, pero altamente eficiente. Supo mantenerse en segundo plano sin perder influencia, una habilidad cada vez más valorada en la comunicación institucional del siglo XXI.
El reto ahora será encontrar a alguien que pueda llenar su lugar con la misma mezcla de discreción, firmeza y empatía. Fuentes cercanas indican que Ocaña ya está colaborando con Letizia en la selección de su sucesora, consciente de que no se trata solo de un reemplazo técnico, sino de un vínculo de confianza difícil de reproducir.
El adiós de María Ocaña marca el cierre de un capítulo que, sin escándalos, dejó una huella clara en la corte de la Reina Letizia.
VO
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