Desde su llegada a la familia real británica, Meghan Markle se convirtió en una de las figuras más disruptivas de la monarquía. Con una actitud independiente y un marcado deseo de romper con las tradiciones, la duquesa de Sussex desafió normas y protocolos que parecían inquebrantables.
Su paso por Buckingham estuvo marcado por controversias que culminaron en su histórica decisión de abandonar la realeza junto al príncipe Harry. A continuación, repasamos los momentos más polémicos que marcaron su relación con la monarquía británica.
Meghan Markle desafió el protocolo real con su vestimenta y comportamiento
Desde el principio, Meghan dejó en claro que no seguiría a rajatabla las reglas de vestimenta de la realeza. A diferencia de Kate Middleton o la reina Isabel II, que siempre optaban por atuendos conservadores y alineados con las tradiciones británicas, la duquesa de Sussex impuso su propio estilo.
Uno de los mayores quiebres fue su preferencia por los trajes de pantalón, una prenda que las mujeres de la monarquía suelen evitar en eventos oficiales. Además, mientras que la tradición sugiere que las duquesas usen firmas británicas, en el bautismo de su hijo Archie, Markle sorprendió al optar por un diseño de Dior, en contraste con Kate Middleton, quien había elegido a Alexander McQueen para los bautizos de sus hijos.
Más allá de la vestimenta, Meghan también rompió con el protocolo en pequeños gestos cotidianos que llamaron la atención de la prensa y el público. En reiteradas ocasiones, se la vio cerrando la puerta del auto por sí misma, una acción que parece trivial pero que en la realeza es tarea del personal asignado.
El anuncio del nacimiento de Archie a su manera
En mayo de 2019, cuando nació su primogénito Archie, Meghan y Harry volvieron a desafiar las costumbres de la corona. En lugar de seguir la tradición y anunciar el nacimiento a través de un cartel en Buckingham, la pareja decidió compartir la noticia en su cuenta de Instagram, modernizando una práctica que se había mantenido intacta durante décadas.
Además, evitaron la clásica presentación del bebé frente a los medios, una tradición que Kate Middleton había respetado en cada uno de los nacimientos de sus hijos.
La explosiva entrevista con Oprah Winfrey
Uno de los momentos más impactantes de la historia reciente de la realeza británica ocurrió en marzo de 2021, cuando Meghan y Harry dieron una entrevista exclusiva a Oprah Winfrey. En la conversación, la duquesa reveló detalles desconocidos sobre su paso por la monarquía y las dificultades que enfrentó en el Palacio de Buckingham.
Uno de los momentos más controvertidos fue cuando denunció que dentro de la familia real hubo preocupaciones sobre el color de piel que tendría su hijo Archie antes de nacer. También confesó que sufrió una profunda depresión y que incluso tuvo pensamientos suicidas.
El Megxit y la renuncia definitiva a la monarquía
Si hubo un momento que marcó un antes y un después en la relación de Meghan con la realeza, fue la decisión de abandonar su rol como miembro senior de la familia real británica. En enero de 2020, Meghan y Harry anunciaron públicamente su renuncia a sus deberes reales y su intención de ser económicamente independientes. Este movimiento, bautizado como Megxit, generó una crisis dentro de la monarquía y obligó a la reina Isabel II a reorganizar la estructura de la familia real.
Desde entonces, la pareja se instaló en California, donde construyeron una nueva vida lejos de las restricciones de Buckingham. A través de su fundación Archewell y sus proyectos mediáticos, han buscado establecerse como figuras influyentes en causas sociales y humanitarias.
A pesar de haber dejado la familia real, Meghan Markle sigue siendo una de las figuras más mediáticas y controvertidas de la monarquía británica. Mientras algunos la ven como una mujer valiente que desafió tradiciones obsoletas, otros la critican por haber roto con la institución de una manera abrupta.
VO
