Tras su comentado divorcio de Iñaki Urdangarin, la infanta Cristina estaría viviendo un etapa de libertad y disfrute. Tal como comentan algunos medios locales, la mujer eligió aprovechar de su soltería organizando reuniones con amigos y manteniendo reuniones secretas en hoteles discretos. La clave en esta nueva etapa de su vida es la de vivir el amor sin ataduras, ni compromisos.

"Está radiante", dijo Pilar Eyre sobre esta nueva etapa de la Infanta en la que, además de entretenerse, decidió someterse a tratamientos estéticos para mejorar su figura. Según indican las fuentes allegadas a Cristina, en este momento ella prefiere no formalizar ninguna relación y, después del sufrimiento por su relación con Iñaki Urdangarin, está dispuesta a vivir el presente sin pensar en el que dirán.
Las elecciones de la infanta Cristina, en el centro de todas las miradas
El espíritu libertino de la infanta Cristina fue motivo de preocupación en la Casa Real y muchas veces fue cuestionada por sus amoríos. Su relación con el deportista Jesús Rollán fue motivo de enojo de parte de sus padres, quien intentaron evitar esta "intensa amistad" por considerarlo una mala influencia.
El rey emérito, Juan Carlos I, descubrió que el jugador de waterpolo no era un buen candidato para la joven princesa, debido a su inclinación por la vida nocturna y, especialmente, su consumo de sustancias ilegales.

Además de esta relación, el entorno de la Infanta descubrió que ella también había consumido drogas, por lo que decidieron alejarla de la exposición. Se limitó la exposición pública, se alejaron amistades y se le sugirió mudarse fuera del núcleo de Madrid.