Rania de Jordania, esposa de Abdalá II, vuelve a seducir durante su visita a Washington, sus looks son perfectos en todas las ocasiones y hasta tienen un toque español. Además de ser conocida como una de las reinas más jóvenes del mundo, deslumbró en el viaje oficial de los monarcas hachemitas a EE.UU. Los soberanos están acompañados por dos de sus hijos, el príncipe heredero Hussein bin Al Abdalá y la princesa Iman.
Esta es la segunda visita de los monarcas hachemitas a Estados Unidos en poco más de un año, lo que revela la importancia de las relaciones bilaterales. Rania es muy consciente de su papel como “embajadora” y todo lo que significa la imagen internacional del país árabe. Y lejos de alejarse del protocolo que dictamina la realeza, ha vuelto a derrochar glamour en uno de los nuevos compromisos de su agenda. En esta ocasión ha optado por una falda midi y blusa.
La monarca hachemita optó por combinar una favorecedora falda de tubo en color negro y acabado satinado de Fendi. En la parte superior, una llamativa blusa de organza de seda en tono blanco roto, con grandes mangas abullonadas, acabadas con puños abotonados. Blusa que destaca por el detalle en rosa superpuesto que cruza el diseño. Es protagonista en la zona del cuello y cuenta con una gran caída en la parte de la espalda de la marca Harith Hashim. Una pieza tan original como sofisticada y elegante que reafirma la pasión de Rania por incorporar el color en cada uno de sus looks, siempre manteniendo su sello más personal.
En la segunda fotografía, se puede ver unos clásicos stilettos, en color negro y un bolso de piel acolchado, también en esta misma tonalidad, el modelo Medium Handle de Bottega Venetta.
La reina hachemita, es madre de cuatro hijos, Hussein, Imán, Salma y Hashem. Nacida en el seno de una familia plebeya en Kuwait, su padre era médico y su madre ama de casa, conquistó el corazón de Abdalá II cuando ni siquiera era el heredero a la Corona.
En el Desayuno de Oración Nacional en Washington, D.C. participó con la princesa Iman. Quien nos dejó un look más sobrio con blusa de organza con lazada al cuello y tono blanco roto y abrigo gris de tweed jaspeado con grandes solapas y cinturón a juego que le permitía adaptarlo a su silueta.