El último desprecio del príncipe Harry a su padre: qué pasó

El príncipe Harry y la familia real británica parecen estar en el punto más crítico de su relación. Desde que decidió abandonar sus deberes reales en 2020 junto a su esposa Meghan Markle y mudarse a Estados Unidos, los desencuentros se han multiplicado. Pero en los últimos días, un nuevo gesto del duque de Sussex habría generado incomodidad en el Palacio de Buckingham.

El hijo menor del rey Carlos III habría estado contemplando un cambio que va más allá de la geografía o los deberes institucionales: quitarse el apellido Mountbatten-Windsor, que representa la unión de la familia real británica con la del príncipe Felipe, y adoptar el apellido Spencer, el de su madre, la recordada princesa Diana. Aunque la decisión no se concretó, la sola idea de hacerlo ya generó repercusiones.

El último cruce del príncipe Harry con su padre

Según informó el Daily Mail, Harry habría mantenido una conversación con su tío materno, Charles Spencer, sobre la posibilidad de adoptar legalmente el apellido de Diana. La charla, descrita como cordial, habría terminado con el conde Spencer desaconsejándole ese cambio. Aunque Harry no avanzó con la idea, al menos por ahora, su intención marcó una nueva señal de distanciamiento con su padre y su hermano, el príncipe William.

De haberse concretado, el gesto habría tenido una carga simbólica profunda. El apellido Mountbatten-Windsor fue adoptado por los descendientes de Isabel II y Felipe en 1960, como un intento de unir sus linajes. Abandonarlo supondría, en términos prácticos y emocionales, una ruptura directa con la identidad real que Harry ha tenido desde su nacimiento.

Este episodio se suma a una larga lista de tensiones acumuladas en los últimos años: las entrevistas explosivas, el documental de Netflix, el libro Spare, y la batalla legal por su seguridad en el Reino Unido. Todo esto ha consolidado la imagen de un príncipe que ya no se identifica con los valores ni el funcionamiento de la institución a la que alguna vez perteneció.

En un contexto particularmente delicado —con el rey Carlos III y la princesa Kate atravesando tratamientos médicos—, el alejamiento emocional del príncipe Harry resuena con más fuerza. Las visitas fugaces al Reino Unido y su escaso contacto con su familia alimentan la percepción de una grieta que, lejos de cerrarse, parece profundizarse con cada nuevo gesto.

F.A