El mes de octubre fue para Lío Pecoraro el momento en el que vivió una pesadilla cuando, tras varios malestares y sus correspondientes estudios, le diagnosticaron Leucemia.
Ahora, el referente del espectáculo comenzó una segunda etapa del tratamiento. Nuevamente internado en el Hospital de Clínicas, el periodista se mostró optimista y compartió con los seguidores su estado de ánimo: "NADA ME DETIENE".
"Me acompaña mi decreto y el cariño de todos ustedes", dijo Pecoraro en un post en el que se lo ve cubriendo su cabeza con una gorra dado que, producto de la quimioterapia, perdió su cabello.
Luego, en esa misma cuenta agradeció a quienes le enviaron una bandera con la estampa de la milagrosa virgen de Guadalupe.
Gesto que resaltó y a partir de ese momento sus publicaciones, coloridas y en mayúscula, se refieren a su optimismo: #DECRETADO, #GANADO, #SANADO, fue la frase que repitió acompañada con un corazón y una imagen de oración.
Lío está muy confiado en los profesionales que lo atienden en ese importante centro de salud y se toma con humor el verse pelado. "Él se hace el sexy, jajaj", escribió al pie de una foto en la que se lo ve de primer plano con su cabeza calva.
El comunicador de El run run del espectáculo, ciclo que se emite por Crónica TV, también salió al aire en su programa hace unas semanas atrás y se emocionó.
"Es muy difícil cuando una persona de la nada se encuentra con un resultado, se enferma. Es muy duro. Inmediatamente con todo el equipo con el que venía consultando, me dijeron: muchacho, manos a la obra hay que accionar y eso es ya", contó mientras sus compañeros en el panel intentaban contener el llanto.
Ese fatídico sábado de octubre, el locutor se internó. Fue caminando al hospital de Clínicas, muy debilitado y según sus propias palabras, los médicos no entendían cómo había llegado a pie desde Congreso.
"Podía haber corrido una maratón porque mi fuerza estaba decretada y ahí, esa misma noche, empecé con el tratamiento y después con la droga: la famosa quimioterapia a la que decidí llamar elixir porque es lo que me cura", manifestó optimista.
Luego, continuó: "El tratamiento comenzó a dar resultado pero la droga barre con todo lo bueno y lo malo y en mi caso también. Soy deportista con corazón sano, no fumo y no se qué es la droga y eso ayudó mucho a que pueda atravesar este proceso".
"Me dijeron que lo mejor era internarme y así lo hice", finalizó. El diagnóstico del conductor es Leucemia promielocítica aguda y su acción es muy rápida en el organismo. Ahora, nuevamente ingresado en el centro médico, comenzó la segunda etapa del tratamiento.
¡Fuerza Lio!
