La princesa Amalia y Máxima Zorreguieta (instagram )
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La decisión de la princesa Amalia sobre su futuro: cuánto quiere ganar a partir de ahora

La hija de Máxima Zorreguieta debe tomar responsabilidades sobre su economía.

La princesa Amalia, heredera al trono de Países Bajos hija de la reina Máxima Zorreguieta, alcanzó la mayoría de edad y comenzó algunas tomas de decisiones que llamaron la atención de propios y extraños.

Al cumplir sus 18 años, la princesa Amalia decidió renunciar a la asignación de 1.5 millones de euros anuales que la legislación neerlandesa le otorga a los herederos al trono. 

Decidió tomar esta decisión por la incomodidad que le generaba recibir esta cantidad de dinero sobre todo porque ella consideraba que en ese momento podía ofrecer poco a cambio de todo eso; además de considerar innecesario recibir ese dinero si no poseía gastos significativos.

Princesa Amalia

En la actualidad, ya con 20 años, estando más preparada para tomar decisiones y estando latente su futura vida pública. La princesa Amalia reconsideró la postura inicial que tuvo sobre la asignación financiera. La heredera decidió escribirle una carta al primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte; donde solicitó que a partir del año 2025 se le permita acceder a la asignación que le corresponde. En esta carta también señaló que el uso que le daría a está orientado a poder cumplir su función de manera independiente y totalmente autónoma.

Princesa de Amalia

La princesa Amalia destacó que a partir de enero de 2025 necesitará cubrir gastos de índole personal y sobre todo para su utilización en formación profesional. Esto incluiría la creación de una secretaría y los fondos para establecerse en un espacio propio donde tenga la posibilidad de vivir y trabajar. A partir de esto la Princesa de Orange busca poder mudarse del palacio donde vive junto a sus padres y establecerse sin utilizar ninguna residencia real.

Maxima Zorreguieta y princesa Amalia

Su traslado a España

Buscando una vida más normal y tranquila la princesa Amalia se mudó por un tiempo a Madrid para estudiar y mantenerse lejos de las amenazas que la mafia de su país enviaba a diario poniendo en riesgo su integridad física.

Al mudarse no solo logró alejarse del inminente peligro, sino que le permitió disfrutar de una vida más tranquila, rodeada de amigos y enfocarse en sus estudios. Además de darle tranquilidad a sus padres, Máxima Zorreguieta y Guillermo Alejandro; y al pueblo de Países Bajos que se encontraban preocupados por el futuro de la princesa Amalia y del futuro de la realeza. 

 

VDV

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