Mantenerse en cuarentena no sólo afecta la rutina diaria, sino los hábitos que uno tiene aprendidos a la hora de hacer ciertas actividades. Si antes creíamos no tener tiempo, ahora tenemos de sobra y eso puede llevarnos a conductas que afectan nuestra salud. Una de ellas es la comida y en particular el hambre emocional.
No es novedad que todos solemos comer por emoción, la comida y las emociones están conectadas y la idea no es romper con este vínculo pero si detectar los malos hábitos que puede acarrear en situaciones de aislamiento.
La manera de tener presente esta conducta posiblemente dañina es detectar algunos factores, y tener en mente por qué estoy decidiendo comer tal o cual alimento: el deseo de comer aparece de una forma repentina, no es gradual; la necesidad de comer es de ahora, no podemos aplazarla; deseo específico por un alimento concreto y una sensación de necesidad; sentimiento de culpa.
Para tratar de aliviar la necesidad de comer a todas horas, lo ideal es conectarse con lo que sentimos en ese momento en que creemos indispensable comer y evaluar la situación. Observar qué quiero ingerir y por qué y pensar si tal vez no existe algún alimento más beneficioso para saciar el "hambre" que se siente en ese momento sin recurrir a las golosinas.
Otra de las posibilidades en estos tiempos de cuarentena es que se nos cierre el apetito, algo que es muy común en situaciones de estrés. Acá lo importante al igual que en el caso inverso es darle al cuerpo el alimento que necesita para cumplir con sus necesidades, para eso hay que buscar de realizar las cuatro comidas básicas del día y en ellas optar por incluir proteínas, carbohidratos, y frutas y verduras en forma balanceada.
En ambos casos, algo que siempre es recomendado por los especialistas es buscar ayuda, hablar con amigos y familiares sobre cómo nos sentimos, permitirnos habitar esas circunstancias de dolor pero expresándolo.
Vale destacar que en diez provincias comenzaron a implementarse programas gratuitos de acompañamiento psicológico por teléfono y por Internet para asistir a pacientes y personas que necesiten ayuda durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por la Nación para minimizar los contagios por coronavirus.