miércoles 09 de octubre del 2024

Explorando el Psicoanálisis: El Camino del Licenciado Rodrigo Rios

Desde su temprano interés en la psicología hasta su especialización en la corriente psicoanalítica, el Licenciado Rodrigo Rios ha trazado un camino apasionante en el mundo de la mente humana. En esta entrevista exclusiva, nos sumergimos en su experiencia, técnicas terapéuticas y filosofía personal, descubriendo cómo el inconsciente se manifiesta y cómo los pacientes encuentran respuestas en su consulta.

CREDITO CARAS

¿Cómo comenzó tu interés por la psicología y qué te llevó a especializarte en la corriente psicoanalítica?

Durante la secundaria, mi interés por la psicología se despertó al observar las reacciones de mis compañeros ante diversas situaciones. Aunque inicialmente no tenía claro que estudiaría psicología, me sentía cómodo escuchando a mis amigos compartir sus experiencias. Decidí seguir la carrera de psicología en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Aunque la facultad se enfoca principalmente en el psicoanálisis, al finalizar mi segundo año, encontré la teoría psicoanalítica especialmente interesante. A través de ella, hallé respuestas a preguntas que otras corrientes no abordaban. Continué mi formación con posgrados en psicoanálisis y actualmente estoy trabajando en mi tesis y escribiendo un libro sobre el tema, con planes de publicarlo entre finales de 2024 e inicios de 2025.

¿Qué técnicas o herramientas utiliza para ayudar a sus pacientes?

En términos generales, el psicoanálisis se caracteriza por una técnica fundamental conocida como la ‘asociación libre’. Esta técnica implica que el paciente hable libremente, sin omitir ningún material ni realizar selecciones tendenciosas. El objetivo es que el paciente comparta todo lo que le viene a la mente, incluso aquello que dice sin querer decir conscientemente. A través de este discurso, se espera que el inconsciente se manifieste, aunque sea de manera sutil.

El psicoanálisis busca brindar a los pacientes la posibilidad de conocer y comprender lo que está velado en su mente: su inconsciente. Este último es el lugar donde residen los deseos, pensamientos y recuerdos más profundos de la mente humana. En este contexto, el analista interviene mediante interpretaciones que ayudan al paciente a responder preguntas que parecían no tener respuesta. Esto se logra analizando sueños, explorando cuestiones transferenciales y aclarando fenómenos sintomáticos cuando surgen.

¿En qué ámbitos  trabajaste como psicólogo?

Durante mi formación profesional, realicé prácticas como voluntario en instituciones de salud mental de la esfera pública, incluyendo el Instituto Ameghino de Salud Mental, el Hospital Psiquiátrico Municipal José Tiburcio Borda y el Hospital Psiquiátrico Braulio Aurelio Moyano.

Además, en el ámbito público-privado, trabajé durante dos años en ‘CENTRO DOS’, una asociación civil dedicada a la asistencia y docencia. Allí atendía a pacientes con diversas dolencias emocionales.

Sin embargo, desde el momento en que me recibí, tuve claro que quería enfocarme en la clínica. Así que abrí mi propio consultorio para la atención particular, y en ese entorno he desarrollado gran parte de mi experiencia profesional.

¿Cuál es tu filosofía personal en cuanto a la terapia? ¿Qué consideras fundamental para lograr un cambio positivo en los pacientes?

Como analista, mi enfoque se centra en el paciente y su sufrimiento sintomático. Evito imponer mis deseos o expectativas al paciente, ya que eso sería injusto. En la clínica, lo relevante es la búsqueda del paciente y lo que él desea encontrar. El síntoma del paciente comunica conflictos internos y preguntas no formuladas. Permitirle expresarse abre la posibilidad de reelaborar el síntoma de manera menos dolorosa. Aunque el paciente busca respuestas en el profesional, la verdadera respuesta reside en él mismo. El analista guía sutilmente, pero es el paciente quien marca el camino con su asociación libre. En última instancia, el sujeto se interroga sobre su propia existencia. Por lo tanto, el analista se abstiene de imponer su subjetividad. La subjetividad del paciente y su sufrimiento son lo que realmente importa. El dispositivo analítico permite explorar lo que inquieta al paciente, con el objetivo de reducir su malestar y mejorar su calidad de vida.

Instagram: @psi.rodrigo.rios

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