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¿Te sentís insegura? ¿Dudás de tu valor? ¿Te comparás con otras mujeres? Si respondiste sí a alguna de estas preguntas, es posible que estés luchando con el amor propio.
Imaginá una bailarina que se mira al espejo. Si se siente segura, sus movimientos serán fluidos, llenos de gracia y confianza. Pero si se siente insegura, sus pasos serán dubitativos, su cuerpo se encogerá y su mirada se desviará.
En la danza de la vida, la autoestima es como esa bailarina. Es la forma en que nos miramos a nosotras mismas, la valoración que hacemos de nuestras capacidades, habilidades y cualidades. Y como en el baile, la autoestima puede ser alta o baja, fluctuando a lo largo de nuestra vida.
Sos una mujer fuerte, inteligente y capaz. Lograste mucho en tu vida, pero si estás acá leyéndome es porque hay algo que te atormenta, y casi que puedo adivinar qué es: no sabes cómo amarte a vos misma.
Dejame hacerte una pregunta, ¿Por qué te cuesta tanto amarte? Analicemos juntas algunas de las posibles razones:
- Creencias limitantes: Desde pequeñas, muchas mujeres internalizan creencias como "no soy atractiva", "no soy capaz de lograr mis sueños". Estas creencias se convierten en una barrera que les impide amarse a sí mismas.
- Miedo al fracaso: El miedo al fracaso puede ser paralizante. Te impide tomar riesgos, probar cosas nuevas y salir de tu zona de confort.
- Perfeccionismo: El perfeccionismo te lleva a exigirte demasiado, a nunca sentirte satisfecha con tus logros y a ser más vulnerable a la crítica.
- Falta de autocuidado: Cuando no te cuidas a vos misma, es difícil que te ames. No te das tiempo para descansar, para hacer cosas que te gustan o para simplemente estar con vos. Esto te lleva a sentirte cansada y desconectada.
¿Te encontrás en alguna de estas razones? Si tu respuesta fue sí, dejame decirte que salir de esos lugares tan dolorosos de autocastigo y falta de empatía con vos misma es posible. Te comparto cuatro ideas para ello:
- Identificá las creencias limitantes que tenés sobre vos misma y reemplazalas por creencias positivas y potenciadoras, por ejemplo: “No soy lo suficientemente inteligente para aprender algo nuevo” por “Soy capaz de aprender cualquier cosa que me proponga, solo necesito dedicarle tiempo y esfuerzo”
- No dejes que el miedo al fracaso te detenga. Atrevete a tomar riesgos y a salir de tu zona de confort.
- Aceptá que no sos perfecta y que eso está bien. Permitite cometer errores y aprender de ellos.
- Date tiempo para descansar, para hacer cosas que te gustan y para simplemente estar con vos.
Si sentís que llegó el tiempo de empezar este viaje de amarte a vos misma, es importante que recuerdes que la autoestima no es un destino sino un camino. Un camino que requiere de autoconocimiento, autocuidado y constancia, ya que es un proceso que lleva tiempo y trabajo y que, como todo aquello que es importante en nuestra vida, vale la pena.
¡Atrevete a bailar la danza de la autoestima y descubrí la belleza que reside en tu interior!
Marianela Victorel
Contacto
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