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Agustina Cuadra, ¿cómo fueron los inicios de tu emprendimiento?
Papín surgió como concepto en 2017 cuando fui mamá. Al entrar en el mundo de los niños, recuperé el nexo latente con la infancia y lo que eso involucra. Estos estímulos se plasmaron, primero, en indumentaria de vanguardia unisex y de colores neutros. Allí, buscaba prendas que no tengan tonos que se remitieran exclusivamente al género. Comprendía que este concepto unisex no estaba tan explotado en las marcas infantiles que consumía y veía en Argentina. La primera muestra fue un mono de bambula en color verde musgo y otro en color negro. En 2021 parte de estas ideas se materializan y nace la marca.
¿Cuáles son los servicios que brindan al público?
En Papín creamos prendas únicas, con una mirada particular, vanguardista y funcional. La mayoría de las prendas son confeccionadas en telas nobles y ligeras, con colores neutros y sin género. Nuestras morfologías son simples y actuales. Atrás de cada prenda hay un concepto. Además de la ropa, en Papín hacemos mucho hincapié en la parte visual de la marca. Construimos historias lúdicas a través de ilustraciones donde distintos personajes cobran vida y son parte de esta comunidad. A su vez, buscamos que cuando te vistas con nosotros estés involucrado en este universo compartido: que seas un Papín.
¿Cómo proyectas a tu marca en el mediano plazo?
Me gustaría expandirme más allá de la oferta textil, ampliando el mundo de Papín con productos y objetos especialmente diseñados y seleccionados, que coexistan físicamente en una tienda. Por ejemplo, actualmente estamos creando un libro que tiene como protagonista a un papín y a la ciudad de Buenos Aires. También buscamos incorporar juguetes, mobiliario y objetos decorativos. Queremos que el usuario al entrar a la tienda sea invadido por objetos, colores, historias, textiles y sensaciones que están bajo la exquisita curaduría del mundo de Papín.
¿Cuáles son tus diferenciales en el rubro?
El concepto de marca es sólido, imponente y fácil de detectar. Mediante la parte visual conectamos con el público y los envolvemos para que puedan ser parte. Además, hacemos mucho hincapié en la morfología de nuestras prendas. Son formas básicas pero con un dejo de modernidad y vanguardia. Por ejemplo, tenemos nuestros Kimonos que son una prenda originaria de oriente pero le agregamos una estampa del sol de mayo en forma de helado en la parte de la espalda, haciendo una prenda sofisticada y lúdica a la vez.
Si comenzaras nuevamente, ¿qué harías diferente?
Tomar más riesgos. El mundo textil infantil crece y hay muchos emprendimientos nuevos que mostramos tanto morfologías como colores, géneros y estampas que antes no se veían en niños. Arriesgar nos interpela, es un disparador para poder llevar nuestras ideas a la frontera del diseño.
Cuando desarrollamos el concepto del kimono, en un principio teníamos la inquietud de si la gente lo comprendería o si le pareciera vestimenta cotidiana para un niño. Sin embargo, nos sorprendió la aceptación que tuvo, sobre todo en el interior. La experiencia nos demostró que si les damos las herramientas, los padres se animan a vestir a sus hijos de una manera distinta.
Datos de contacto:
Instagram: @papin.ar
Web: www.Papín.com.ar
Mail: [email protected]
