Alejandra Zaragoza es una excepción a la regla. Encontró, al contrario del denominador común de las personas, su vocación a temprana edad. Se dio cuenta que llevaba en las venas la pasión por el diseño.
¿Cómo? Así lo rememora: “En la adolescencia, diseñando para mí. No sabía nada de moldería, adaptaba diseños de revistas. Alrededor de los 16 años empecé a pensar seriamente en dedicarme a la moda”.
¿Qué carrera estudiaste para hacerlo?
En mi época se estudiaba en academias, alta costura y después diseño. Estudié posteriormente Ciencias Políticas y actualmente Filosofía; estudiar humanidades me ha ayudado mucho, moda es cultura. Y aprendí muchísimo de las primeras modistas que trabajaron en mi taller, siendo yo muy joven, ellas tenían mucha experiencia, estaban formadas en la alta costura europea.
Luego de toda una vida dedicándose a esta pasión que tiene intacta y hoy acompañada por Federico Vénere, el mayor de sus cuatro hijos, al ser consultada, Alejandra no duda ni un segundo al elegir el trabajo que más satisfacción le dio en todos estos años. “Estar trabajando en el vestido de novia de mi hija es realmente algo que me da muchísima felicidad”, comentó.
¿Cómo cambió la moda de los vestidos desde que comenzaste hasta ahora?
¡Muchísimo! Acompañando el cambio de estilo de vida de la mujer. Cuando empecé los vestidos eran en general muy barrocos o muy románticos, con mangas muy elaboradas, colas catedral bordadas de cuatro metros. Hoy el diseño es más ligero y práctico, para vivir la fiesta; sexy pero cómodo.
¿Cuál creés que es tu sello distintivo como diseñadora?
Creo que el conocimiento del cuerpo femenino y algunos secretitos de corte. Y ser muy exigente con la calidad de los materiales.
¿Cuál es el mejor recuerdo que tengas de una chica, tanto en agradecimiento, como en algo sentimental?
Sinceramente no podría responder sin ser injusta. Son muchas las que dejaron un recuerdo y afecto indeleble en mi corazón. No podría nombrar a una sola y sentirme bien. A pesar de tener toda una carrera llena de experiencias por detrás, Alejandra se sigue poniendo metas para poder superarse a sí misma y tener un norte.
“Siempre busco superar mis mejores resultados, seguramente que me quedan objetivos personales en cuanto a lo profesional”, ahondó para finalizar.