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¿Recordás cómo fue tu primera Pascua como emprendedora?
¡Sí, la recuerdo perfecto! Fue en 2021, plena pandemia. Ese año hice más de 80 huevos rellenos, ¡una locura total! Vivía con mi familia en un departamento y los almacenaba por todos lados. Tuvimos que agregar una mesa en el comedor y llevar otras dos a mi cuarto para poder acomodarlos. No tenía heladera propia, así que me las rebusqué como pude. Fue mi primera maratón de Pascuas, y también un momento clave: ahí entendí que esto iba en serio.
¿Qué desafíos te encontraste en esos primeros años?
Uno de los más grandes fue comprar todos los insumos en cantidad. Nunca había manejado tantos kilos de chocolate, dulce de leche, galletitas… ¡todo! Aprendí a organizarme, a calcular mejor y a invertir con lo justo para poder cumplir con los pedidos.
¿Cómo fueron evolucionando tus propuestas con el tiempo?
Los huevos rellenos siempre fueron tendencia, y me basé en eso. Pero lo que más me gusta es ir cambiando los rellenos. Arranqué con los clásicos, como chocotorta, y después fui incorporando sabores nuevos, inspirados en mis postres actuales. Eso me encanta, porque siento que le doy una identidad propia a cada Pascua.
¿Qué cambió en vos con los años como emprendedora?
Siento que con los años gané mucha organización. Ya no vivo todo con el mismo caos de antes, aunque no te voy a mentir: ¡a veces igual colapso! Pero hoy estoy más tranquila al momento de hacer pedidos, y eso me permite tomar más cantidad y disfrutar más del proceso.
¿Cómo fue la propuesta de este año?
Este año hice tres sabores de huevos rellenos, y sumé huevos tradicionales con mi estilo: chocolate negro y blanco en un diseño minimalista, rellenos de confites de chocolate para que los más chicos se sorprendan al abrirlos. También incluí roscas, que me encanta hacer y le dan un toque casero a la propuesta.
¿Tenés alguna anécdota que recuerdes con cariño?
¡Obvio que sí! Lo que más disfruto de estas fechas es cómo mi familia siempre me ayuda. Mi hermana me da una mano rellenando, mi papá hace entregas, mi mamá está atenta a lo que necesito, mi hermano me pregunta cómo puede ayudar y mi novio me trae insumos si hace falta. Son momentos estresantes, pero muy lindos.
¿Qué es lo que más disfrutás de hacer productos para Pascua?
Me encanta porque no es lo que hago normalmente. Me saca de la rutina, me obliga a innovar y a ponerme al hombro cosas nuevas como trabajar con chocolate o probar técnicas distintas. Ese desafío me motiva muchísimo.
¿Qué mensaje te gustaría dejarle a tus clientes?
Que en cada propuesta dejo todo: mis ideas, el diseño del packaging, los stickers, los rellenos, y los sabores que sé que les gustan. A los que me acompañan hace años, les digo gracias de corazón. Y a los que se suman este año, les prometo que está hecho con mucho amor, para que tengan unas Pascuas bien dulces.
