“Siempre intenté ser buena actriz, pero no mediática ni famosa”, asegura con firmeza Emilia Mazer en un mano a mano íntimo y revelador con Héctor Maugeri en +CARAS, donde repasó su vida artística, sus grandes aprendizajes y frustraciones, y reflexionó sobre el presente que hoy la encuentra en plenitud personal y profesional.
Una carrera marcada por el prestigio y no por el escándalo
Mazer, a los seis años, decretó que quería ser actriz. Con entusiasmo juvenil y cargada de ilusión, en plena adolescencia comenzó a actuar y, a los 18, debutó masivamente. Su primera gran aparición fue en Los chicos de la guerra, película dirigida por Bebe Kamin en 1984, en pleno regreso de la democracia.

A lo largo de su trayectoria protagonizó más de once películas y ciclos televisivos icónicos, consagrandose con reconocimientos y premios. En paralelo, desde hace 25 años también se dedica a la docencia, a escribir y a dirigir en el circuito independiente. Actualmente, junto a Julio Chávez, forma parte del elenco de La ballena, en la cartelera porteña; de Viudas Negras, donde interpreta a una villana; y de la exitosa serie En el barro, donde interpreta a la madre del personaje de Eugenia ‘La China’ Suárez. Con 60 años es dueña de una carrera exhaustiva y variada, que siempre estuvo marcada por el prestigio y no por el escándalo.
Emilia Mazer, una actriz fiel a su vocación
En ese sentido, la entrevista en +CARAS fue un espacio propicio en el que Emilia abrió su corazón sobre lo que significa el oficio para ella: “Mi trabajo es lo más leal que he podido construir en la vida. En la vida hay cosas que empiezan y terminan y lo tomo de una manera natural. Es una profesión inestable: uno construye en el tiempo algo que parecería estable, pero no lo es”.

Maugeri le señaló que, a diferencia de muchos artistas, su carrera no la desvió de su esencia. Ella lo confirmó: “Tal cual. Yo a veces me siento muy poco actriz. Valoro y pongo por delante pasarla bien, estar bien, ser feliz, y hay cosas de la carrera que no me hicieron feliz”.
Alejada de las presiones mediáticas
Fiel a su estilo, Mazer explicó que siempre buscó alejarse de las presiones mediáticas: “A mí me gusta actuar, pero hay toda una parafernalia y reglas del juego en las que nunca entré. Si uno vende su felicidad después tiene que vender su tragedia”. En sintonía, la actriz recordó que muy temprano entendió la importancia de la formación. “Cuando empecé a estudiar teatro supe que había que prepararse mucho. El acento siempre estuvo en tratar de ser buena actriz, pero no mediática ni famosa”.

Hoy, con una carrera consolidada, Emilia Mazer se enorgullece de haber seguido un camino fiel a su vocación y no a las imposiciones del show mediático. Su presente la encuentra disfrutando de la actuación, la docencia y la escritura, con la serenidad de haber cumplido su gran propósito: ser una actriz de verdad, más allá de la fama. Así lo expresó en un mano a mano íntimo con Héctor Maugeri en +CARAS, donde dejó en claro que eligió el prestigio y la autenticidad por encima del escándalo.
MDP

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