Hay pasiones que son repentinas, nacen de un día para el otro; otras que se construyen con los años, y se riegan cada día como las plantas de un jardín; otras que se heredan y transmiten por generaciones y generaciones; o tal vez un poco y un poco, como es el caso de Daniel Gómez Rinaldi.
Un regalo que su abuela Josefa le dio cuando tomó la comunión, un azulejo precioso que guardaba en su vitrina y le llamó la atención de pequeño, luego se convirtió en algo impensado: una gran pasión que lo llevaría a investigar, aprender historia, recorrer el mundo, escribir y editar su segundo libro "Azulejos antiguos". (El primero fue “Amelia Bence, Los Ojos más Lindos del Mundo”).
Gómez Rinaldi es un periodista constante, comprometido y estudioso que agradece siempre a su madre Nélida por haberlo apoyado en todo para hacerse un lugar en el mundo del periodismo de espectáculos. Hoy trabaja en “Implacables” por canal 9, y conduce el ciclo “Detrás de escena” en R770 todos los días de 14 a 16.
Coleccionar azulejos, el hobby de Daniel Gómez Rinaldi
En su tiempo libre, aprovecha para dedicarse a su hobby: coleccionar azulejos: “Cuando era chico y visitaba a mi abuela Josefa Lombardo en la ciudad de 9 de Julio y me quedaba mirando frente a una vitrina unos azulejos azules. El día que tomé la Primera Comunión, ella me los trajo envueltos en papel de regalo. Los tuve guardados en el cajón de mi escritorio por mucho tiempo hasta que leí un artículo cuyo título era : ‘La Historia del Azulejo’ y el domingo siguiente apareció otra nota: ‘Museo del Azulejo en Montevideo’. Recuerdo que decidí viajar a Uruguay. Cuando ví el azulejo de mi abuela en una de las vitrinas del Museo del Arquitecto Artucio, no lo podía creer. Morí de emoción. Al regresar a Buenos Aires empecé a recorrer San Telmo. Fui a ferias de antigüedades, al Mercado de Pulgas de Palermo y volvía siempre con tres o cuatro azulejos.
"Hoy tengo cerca de 200: ingleses, franceses, belgas , alemanes, españoles, holandeses y otros a los que en mi libro titulé: ‘conmemorativos’ porque en sus diseños reflejan momentos históricos de la humanidad.”, cuenta emocionado y agrega que también ama las plantas que cultiva en su terraza.
A la hora de definirse, Dany confiesa: “Soy buena gente. Solidario, fiel y confiable. Nunca traiciono”, Hace un tiempo escribió su primer libro sobre azulejos. “Lo trabajé mucho y en pandemia decidí editarlo”, concluye en el refugio familiar que comparte con sus grandes amores: su mamá, su hermana Claudia, su sobrina María Victoria , su perra Lizy y sus plantas: “En casa las plantas tienen un gran protagonismo. Es algo que heredé de mi abuela Josefa y de mi mamá”, concluye.