Gran Hermano esta llegando a su fin y quedan solo 6 participantes en juego. La entrada de los familiares movilizó a la casa de una manera sentimental porque muchos de ellos no habían visto a su familia en cuatro meses, pero también trajo consigo vínculos espectaculares.
Aunque dentro de la casa Lucila Villar mantiene una relación con Nacho Castañares, la mamá de La Tora solo tiene ojos para Marcos. Gladys fue involucrada con el salteño en las redes sociales por el trato cordial que tienen entre ambos, y Lucila ha dejado en evidencia a la madre en una cena que tenían.
"Saltaba él y decía: 'No puede salir tan bien de la pileta'. No sé, capaz que estaba todo pintado: 'El maquillaje de mariposa le queda bien', decía. Tenía un quimono: 'Mirá lo que le queda ese quimono', decía. Lo volvía loco. 'Qué pibe lindo', 'Que rico olor cito'", contó La Tora mientras estaban cenando.
"No se habrá asustado porque debe estar acostumbrado", agregó rápidamente Gladys. "¿A qué lo piropeen?", le preguntó directamente su hija. "Obvio, ¿o no? No te pongas colorado", contestó la mujer mirando directamente al Primo. Marcos solo se limitó a sonreír y seguir comiendo, en cuanto a Nacho abandonó la mesa y se fue al patio.
EF.