En la campaña que organizó la familia de Marcos Ginocchio en Salta para darle el último apoyo al participante, llamó la atención la presencia de Julieta Illescas, la expareja del ganador de Gran Hermano, quien también se hizo presente en la gala final y terminó de captar el interés de los fanáticos.
Revista Caras Digital se comunicó con Julieta Illescas quien nos ayudó a conocerla un poquito más. Fiel amante de los animales, con mil actividades en su rutina diaria y evidentemente sin intención de pertenecer al medio, la exnovia de Marcos Ginocchio nos contó algunos detalles de su vida.
Julieta tiene apenas 21 años de edad y aseguró: "No me interesa la fama ni nada de esto, no me gusta lo mediático, nunca me gustó, soy muy reservada en ese sentido. Hablar en cámara no me gusta para nada". De esa forma dejó al descubierto que le incomoda un poco la exposición, pero a pesar de no estar acostumbrada, parece llevarla con mucha tranquilidad.
"Fue una locura", expresó la joven salteña al ser consultada sobre el boom que vivió en las últimas horas luego de la salida de Marcos y lo que generó su presencia en la tribuna al lado de la familia del ganador de Gran Hermano 2022.
A qué se dedica Julieta Illescas
Juli estudia Licenciatura en Economía en la universidad Nacional de Salta, está cursando el cuarto año de la carrera y confesó que le gustan mucho los idiomas. Hace tres años estudia Chino Mandarín y desde muy pequeña aprende inglés, lenguaje con el que ya se maneja con fluidez.
Como si eso fuera poco, Juli también sabe tocar la guitarra y le gusta practicar algunos deportes, entre ellos: fútbol y tennis. Aunque en este momento, con mayor periodicidad hace running. "Estoy llena de cosas para hacer", asumió entre risas la ex pareja de Marcos.
La joven salteña vive con sus padres y su hermano menor y sostuvo que cuando termine de estudiar le gustaría "viajar mucho", pero no es algo que tenga definido aún.
Al momento de referirse a su amor por los perros, Juli contó: "Hace unos meses falleció mi compañera, ella era el amor de mi vida, asique todavía estoy haciendo el duelo". "Lala" era el nombre de su perrita y actualmente lo lleva tatuado en su piel.
Con una sencilleza casi característica de la mayoría de los salteños, Juli dejó en evidencia que le gusta escuchar, algunos de sus valores, sus ganas de aprender constantes y la cautela con la que dio sus primeros pasos en el ambiente.
En este momento, Julieta se encuentra en Buenos Aires, ciudad a la que le gusta venir de vacaciones, pero define como "complicada" para residir. Su regreso a Salta todavía es indefinido, por lo que se quedará cerca de Marcos unos días más.