Redactor especial. Productor periodístico de CARAS TV
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El lunes 30 de enero por la mañana, Laura Palermo, la mujer de Marcelo Longobardi desayunó en su casa de Miami (donde reside desde que Longobardi trabajaba en CNN) y después “despertó” a las 21:00 horas en el Mercy Hospital, en donde estuvo internada hasta el miércoles 1 de febrero.
¿Qué pasó durante esas 12 horas en las que no recuerda nada? CARAS se comunicó con Laura Palermo el viernes 3. Ella ya estaba en condiciones de dar una entrevista y contó en primera persona y en exclusiva, qué le sucedió, porqué salvo su vida de milagro y cómo evoluciona. “Yo entreno ciclismo con un coach, Leonardo Torcat, que es el campeón de La Florida, y con un grupo que se llama Miami Falcons, que son de primerísimo nivel. Es un Racing Team, un equipo de carrera. Entreno con ellos miércoles, viernes y sábados. Y los lunes salgo sola. No se muchos detalles de lo que sucedió porque tuve amnesia, no me acuerdo de nada. Ni de antes ni de todo ese día. Fue el lunes 30 y según el reloj Garmín de mi bici, con el que mido pulsaciones, velocidad, todos los datos, lo que ocurrió fue a las 8:44 de la mañana, en el Virginia Key, que es como un parque con calles donde se entrena mucho, en la zona de Key Biscayne. Y del accidente no sé nada. Yo me ‘desperté’ a la noche del lunes. Iba a una velocidad de 38 km por hora, que tampoco es tanto”, cuenta hablando con bastante lentitud.
—Laura, entonces se sabe que tuvo un accidente muy grave mientras andaba en bicicleta...
—No está claro de cómo fue. Mi bici tiene un golpe en la parte trasera. Puede haber sido que alguien me tocó la rueda de atrás. Pero no está muy claro. Nosotros, los ciclistas, estamos acostumbrados a las caídas y a los toques de rueda. Si te toca un ciclista atrás, te vas al carajo.
—A usted la llevó enseguida una ambulancia a un centro de salud...
—Sí, me llevaron al Mercy Hospital. Me atendieron 10 mil puntos. Tuve una contusión cerebral y amnesia temporal. A mí se me borró toda esa mañana. Me acuerdo cuando desayuné y nada más. Y recién empecé a recordar algo a las nueve de la noche. No recuerdo ni la caída, ni de la ambulancia, ni del paso por emergencias, ni que haya aparecido mi marido, mi amiga, nada. Es muy raro porque a partir de las tres de la tarde, tengo un montón de mensajes en el celular que mandé repitiendo una y otra vez lo mismo: “Estoy en un hospital”, le escribía a mis amigas. También: “Sabés que me caí, me pegué una piña, no se dónde estoy. No sé que me pasó”. Seis mensajes iguales, seguidos, a cada persona. Pero de eso no me acuerdo nada. Es extraño porque uno hace cosas de las cuales no tenés el menor registro.
—Le dieron el alta y ahora está en su casa… ¿Qué le dijeron los médicos?
—Estoy con reposo y medicación para el dolor. Me dijeron que puede ser que alguna vez recuerde el accidente o no. No se sabe qué sucederá porque cada persona reacciona de manera diferente. A los 15 días me tengo que hacer otra resonancia magnética, por control.
Agradecimientos: @alexbekerphoto @portraitsbyalexbeker, @lauraspalermo y @laurapalermobike.