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Franco Colapinto, de audaces 21 años y personalidad fresca y espontánea, se convirtió en el primer piloto argentino presente en la Fórmula Uno tras 23 años. El último domingo, Colapinto causó furor al subirse al Williams FW 46 con el número 43, en su auspicioso debut. El joven no solo consiguió un decoroso 12° puesto, sino que mostró talento y valentía que bien reconocieron sus patrones.
“Franco, ésta es una primera carrera fantástica. Realmente no te equivocaste nunca. Terminaste unos segundos detrás de Alex (Albon), tuviste ritmo en la clasificación. Si continúas corriendo así de limpio, estarás cerca y podrás luchar. Bien hecho. Fue tu primera carrera y no puedo esperar para ver cómo seguir construyendo juntos”, fue el mensaje elogioso de James Vowles, jefe del equipo británico, para con el debutante argentino.
Siendo una rama del automovilismo deportivo que le deparó al país grandes alegrías, con un multicampeón del mundo como Juan Manuel Fangio entre los más ganadores de la historia, la Fórmula Uno era un tema del pasado para el aficionado o televidente argentino amante de los fierros. Porque había que remontarse hasta el do mingo 15 de abril del 2001, en el circuito italiano de Imola, para encontrar al último piloto nacional que corrió una prueba de la máxima categoría.
Fue el platense Gastón Mazzacane (49) el último argentino que compitió entre los más veloces del planeta, hasta que 23 años más tarde, el domingo 1° de septiembre de 2024, un fanático de Boca oriundo de Pilar rompió con el maleficio.
Si bien Franco ya venía haciendo las cosas bien en las categorías menores, como sus inicios en el Karting, la Fórnula 4 española, la Fórmula 3 y la Fórmula 2, nadie se imaginó que su debut en la F1 se iba a dar este año. Pero se abrió la oportunidad ante los magros resultados del norteamericano Logan Sargeant (23), quien entre sus abandonos y los 4,3 millones de dólares en gastos de autos que rompió, colmó la paciencia de la escudería Williams.
Entonces los ojos se posaron en el carismático argentino, el que en la escuela primaria no salía a los recreos para quedarse leyendo la biografía de Fangio. Hijo de Anibal Colapinto y Andrea Trofimczuk, Franco tiene en su hermana menor, Martina, a su fan número uno. Todos ellos estuvieron pendientes de su auspicioso debut, lo que alimenta las esperanzas de que logre puntuar (clasificar entre los diez primeros) en alguna de las ocho carreras que restan.
Una será en el circuito paulista de Interlagos, en Brasil, el domingo 3 de noviembre, la gran oportunidad de verlo correr para los muchos compatriotas que lo idolatran.
Tanto es el carisma de Cola pinto que en los días previos al debut su nombre fue trending topic en las redes sociales, y en la propia escudería Williams hablaron de “la Francomanía”.
Uno de los famosos que lo aprecia y lo apoya es Bizarrap (26), quien sin conocer a Colapinto lo llamó hace un par de años para contactarlo con posibles sponsors. No por nada Franco le regaló tras la carrera de Monza su casco personalizado.
Así, el nuevo ‘Messi de la Fórmula Uno’ comenzó a hacer historia en el lugar donde siempre soñó estar. Volvieron y volverán, entonces, esas mañanas de domingos con el mate y las facturas frente al televisor: un argentino de vuelta en la Fórmula Uno, capaz de despertar costumbres e ilusiones que parecían definitivamente olvidadas.
Texto: Carlos Cervetto.
