jueves 28 de marzo del 2024
ESPECTáCULOS 25-07-2019 14:42

Lissa Vera, de "Bandana", presenta a su hija, Delfina

La cantante recibió a CARAS en la intimidad de su hogar y contó como combina la maternidad con su carrera. Galería de fotosGalería de fotos

Adaptándose aún al nuevo escenario familiar, que incluye la llegada de Delfina —su segunda hija— Lissa Vera (37) dice transitar la maternidad de manera diferente, con otros miedos e inquietudes.

Pensé que sería igual a mi embarazo anterior pero fue bastante distinto en muchos aspectos. Por eso también creímos que era un varón y no otra nena. De hecho, teníamos el nombre elegido de nene y no sabíamos cómo llamarla”, asume la actual integrante de “Bandana”, a días de dar a luz y revive: “Al parto llegué asustada; más que nada porque ya sabía lo que me iba a pasar y me hice toda una película horrorosa que no quería vivir: el tema de la cirugía, las agujas, la cesárea… Detesto las agujas y, obviamente, cuando me pusieron el suero vomité porque me da mucha impresión, me bajó la presión y me agarró un ataque de pánico ahí en el quirófano. Me asusté mucho y no me quedé tranquila hasta que llegó el papá del bebé que me contuvo y me distrajo un poquito mientras iban haciendo la cesárea. La pasé peor que en el primero pero también me recuperé más rápido”.

Abocada a la crianza de sus dos herederas, confiesa que su hija mayor, Catalina (5), tiene el síndrome de “reina de la comparsa” pero que de a poco está aprendiendo a compartir con la nueva integrante del clan. “Se tomó bastante bien la llegada aunque tiene sus bajones, típicos de quien hasta entonces fue hija única. Pero está feliz con su hermana, ya hace un tiempo había pedido una”. Con el ADN repartido, ya que “es una mezcla del padre y mía”, la cantante y bailarina se enorgullece de describir a su nueva heredera. “Tiene mi boca, creo que mi personalidad y la nariz viene por parte de mi mamá… Porque a mí no me tocó esa nariz en el sorteo del ADN. También es medio arisca y se empaca enseguida como yo. Sus momentos de tranquilidad los sacó del padre”. Si bien se siente bendecida con su nueva maternidad, Vera relata cada salida en familia como todo un operativo que debe organizar con antelación. “Me estoy levantando muy tarde y no me alcanza el día para hacer nada, termino agotada y llevo los ojos por las rodillas. Pero lo más difícil es que parezco un colectivo viviente. Estoy de la mano de una, enganchada de la otra y salir con el auto es todo un tema. Frenarlo si quiere la teta, sacarla del huevito, estar 10 minutos, llevármela a todos lados porque no puedo dejarla… Mi autito funcionaba con lo que teníamos pero ahora parece que me voy a tener que comprar un camión porque no entramos. Y aunque de vez en cuando me autopercibo madre y padre, estoy feliz más allá del agotamiento. ¡El sacrificio lo vale! “Delfi” es una personita hermosa, la miro y se me derrite el corazón”.

Podés leer la entrevista completa en la edición de CARAS que ya está en todos los kioskos del país.

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