Existe en nuestro ADN, información que contribuye a que nos mantengamos jóvenes y libres de daño. Pero luego de la edad reproductiva, nuestro material genético comienza a deteriorarse y a medida que el tiempo transcurre, deja de ser funcional, dando lugar al desarrollo de patologías relacionadas con la edad.
Hoy, la expectativa de vida se hace cada día mayor. Por ello cobra más importancia el estudio y el manejo de esta etapa, ya que tanto el hombre como la mujer, luego de la menopausia y andropausia, transitarán en este período prácticamente un tercio de su vida.
Hay muchas razones por las que nos sentimos envejecer, y no solo por cuestiones estéticas como las arrugas, la pigmentación o la calvicie. Dolores articulares, aumento de peso, disminución del rendimiento físico, aparición de enfermedades crónicas, pérdida de reflejos, disfunciones sexuales, entre otras tantas señales que el paso del tiempo va dejando en nuestro organismo, nos colocan en un marco donde responder a cada una de ellas por separado puede convertirse en una tarea interminable.
Hoy podemos abordar el tema de forma inteligente, integral y programada, para poder vivir mejor los años de sobrevida que nos regala la evolución.
La ciencia nos permite detectar mutaciones en genes asociados a la capacidad del individuo para retrasar los efectos del paso del tiempo. Estas variantes influyen sobre los telómeros, estructuras ubicadas en los extremos cromosómicos.
Su función es asegurar la estabilidad del material genético. El envejecimiento de las células se produce a medida que éstas proliferan. En esta situación, no todo el ADN se duplica, los telómeros no entran en este proceso, y van acortándose con las sucesivas divisiones celulares. Esto provoca inestabilidad en el material genético causando desgaste celular y la consecuente aparición de enfermedades.
Conocer los riesgos genéticos para la prevención de trastornos asociados a la edad y actuar específicamente sobre cada uno de ellos con un plan nutricional, actividad física, control del estrés y del sueño, detoxificación del organismo, mantenimiento del equilibrio hormonal y fortalecimiento inmunológico de acuerdo a las variantes en el ADN que cada uno presente, son herramientas que la Medicina Genómica nos pone hoy a disposición.
Entender las bases moleculares del envejecimiento, buscar el origen de aquellas patologías para las que estamos genéticamente predispuestos, y prevenir el deterioro mediante cambios y control de los hábitos, constituyen la plataforma de los programas MIAVITA para aprender a envejecer agregando mejores años a tu vida.