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ACUARIO (21-1 – 19-2): La llegada de Saturno al signo pone de manifiesto la necesidad de una estructuración nueva, por un lado, y
de la concreción de aquello por lo que estuvo trabajando tanto tiempo por el otro.
LIBRA (23-9 – 22-10): La concordancia del Sol y Venus muestran una armonía de base que resulta un bálsamo para el signo, puede
moverse a sus anchas en el ámbito que más lo interpela, el de la pareja, el de las relaciones.
GEMINIS (22-5 – 21-6): La presencia sostenida de Venus anuncia un espíritu abierto particularmente a las cosas que lo confortan y
dan sustento a su manera de vivir y de mirar el mundo. El arte es un recurso lleno de nobleza.
VIRGO (23-8 – 22-9): La consecución de una palabra sólida y precisa, tal vez sin demasiados afeites o visos de genialidad, es un
logro con el que puede organizarse de manera detallada y metódica. Es un buen momento para el intelecto.
LEO (23-7-22-8): La pareja está en un momento especial y requiere del más atento acompañamiento, quienes estén sueltos podrían
encontrar a alguien con vistas a una relación con perspectivas reales.
CAPRICORNIO (22-12 – 20-1): Una temporada de enorme movilidad interna, llena de desafíos importantes que modifican la
percepción que tiene de sí mismo y se sorprende por anhelos que no creía poseer.
SAGITARIO (23-11 – 21-12): Júpiter, el regente del signo, muestra que el camino por delante a veces es un desafío más que
interesante que incorpora cuestiones esenciales. Todo lo que despliegue en esta temporada será muy importante.
PISCIS (20-2 – 20-3): La sensibilidad del signo de los peces contrapuestos se agudiza y logra una importante fidelidad de registro,
ponga manos a la obra y deseche la ilusión de que es difícil hacer: se sorprenderá muy gratamente.
CANCER (22-6 – 22-7): Semana de mayor tranquilidad después de una Luna llena muy intensa en lo emocional, sanear los vínculos
es muy importante pero puede ser desgastante. Ocúpese de usted mismo, descanse.
ARIES (21-3 – 20-4): Puede parecer que los objetivos se desdibujan, en todo caso entran a una fase en la que necesitan una especie
de revisión, un tiempo de suspensión antes de retomar la marcha. Sensibilidad y gracia.
TAURO (21-4 – 21-5): Jornadas en las que quienes estén disponibles podrán adaptarse a los cambios que se vienen, es importante
saber que todos estamos en lo mismo y que las costumbres cambian al ritmo de los tiempos.
ESCORPIO (2-10 – 22-11): Después de una lunación muy intensa retorna la calma y la satisfacción de haber hecho lo que
correspondía, requiere valentía enfrentar los desafíos emocionales y aceptar lo que le toca.
