Daniel Radcliffe, quien se volvió famoso a nivel mundial tras interpretar al mago Harry Potter cuando apenas tenía 12 años, reconoció públicamente que apeló al alcohol para lidiar con la fama durante su adolescencia. Hoy recuperado, el actor inglés de 29 años, dijo: “La forma más rápida de olvidar que estaba siendo analizado en todo momento por todo el mundo era estar muy borracho”.
Lo cierto es que el consumo abusivo de alcohol en la adolescencia no es un problema exclusivo de los que fueron famosos de niños, ya que “el acceso es más fácil en estos tiempos, por la web”. Así lo asegura la médica psiquiatra Geraldine Peronace, quien es especialista en adicciones.
“Con internet se ve un acceso al alcohol y a otras sustancias que antes no se veía. Y la publicidad nos atraviesa ya no sólo en la vía pública, sino también en radio, televisión y, principalmente en internet y en las redes. Preocupa además que no haya una ley que regule el neuromarketing en la web, y que incluso un anuncio de cerveza, que siempre la industriaasocia a la juventud y a la diversión, se pueda colar entre niños de 6 años”, indicó la psiquiatra. A su vez, agregó que preocupa que, frente a estos estímulos, a los padres les cueste poner límites.
“Se perdió la verticalidad en la sociedad moderna y la familia quedó acéfala. Esto se debe a una fobia social al envejecimiento, en donde los padres parecen hermanos. Hoy se da el fenómeno de que los hijos les hablan de igual a igual, les faltan el respeto y son los progenitores los que me preguntan en mis charlas cómo decirles que no a sus hijos. Yo les contesto ‘con dos letras, con la N y con la O’. Esto es importante porque si el chico no aprende el límite en su casa, no va a poder aplicarlo en una situación en la que peligre su integridad sexual o en materia de consumos abusivos, y terminarán aprendiendo con situaciones muy dolorosas”, completó.
Es que la adolescencia es un tiempo de cambio y vulnerabilidad. Ya la misma palabra lo dice: el adolescente “adolece”, está en plena formación, aparecen las inseguridades y la necesidad de pertenencia. Pero si para “pertenecer” el joven abusa del alcohol, pone en peligro su potencial, ya que “el cerebro termina su formación a los 25 años, y con ese cerebro va a programar su futuro, que ante el consumo abusivo de sustancias será muy incierto”, indicó Peronace.
A su vez, citó cifras del Sistema de Alerta Temprana (SAT) de la SEDRONAR, en las que se observaron que, según datos de 2017, “uno de cada cinco jóvenes de entre 12 y 17 años presenta consumo abusivo de alcohol, lo que refiere a cinco unidades por noche, etapa en la que repito, el cerebro está en pleno desarrollo”, agregó.
¿Pero cuáles son los motivos que pueden llevar a un adolescente a abusar de las bebidas alcohólicas? Para la experta, uno de los motivos “es el miedo al futuro, y en eso los adultos tenemos bastante que ver porque nos quejamos mucho del mundo en el que vivimos”.
En otros casos, como el de Radcliffe, puede pasar por la presión, “donde los chicos que son sobreadaptados y muy exigentes consigo mismo explotan por otro lado, pero si tienen padres presentes y atentos, éstos deberán evaluar la consulta con un terapeuta e incentivar a que practiquen algún hobbie para que descompriman y no quieran ser siempre ‘alumnitos 10’ ”. Por último, para Peronacce, el panoramade consumo abusivo empeoró con “la complacencia social en relación al cannabis”.
Entonces, ¿cómo puede prevenirse esta situación? Para la psiquiatra, tanto la familia, como los maestros y los pediatras tienen un rol.
“Los padres tienen que predicar con el ejemplo y ser coherentes, porque se puede decir mucho pero si después toman una botella de vino entera no sirve. Porque el adolescente no escucha, mira”.
En la escuela “debe existir un plan de prevención desde el jardín, donde se les dé a los chicos recursos, es decir, registros yoicos para la gestión de emociones”. Y los pediatras, por su parte “tienen que estar formados en todas las patologías de consumo modernas para realizar detección precoz”.
Luego de decir que ningún extremo es bueno para los padres, es decir no ser muy controladores ni muy permisivos, ¿cómo protegerse de los progenitores que habilitan la casa para que los adolescentes tomen? Para Peronace esto se soluciona recordando la ley “ya que el consumo de alcohol está prohibido antes de los 18 años, por ende, si mando a mi hijo a la casa de otro padre y vuelve borracho, yo como adulta puedo hacer una denuncia penal a ese otro padre”, finalizó.