Desde su sonado divorcio en 2009 con Jaime de Marichalar, la infanta Elena de Borbón lleva una vida discreta, marcada por su fuerte carácter, su devoción por la familia y una agenda social constante, pero alejada de los escándalos sentimentales. Sin embargo, un reciente viaje a Valencia podría estar revelando algo más que simples compromisos sociales.
Durante el pasado fin de semana, la infanta Elena fue vista en el exclusivo restaurante Gold, ubicado dentro del lujoso hotel Valencia Palace. Aunque optó por un reservado, testigos aseguran que su presencia no pasó inadvertida. Vestida con un estilo sobrio pero elegante, la madre de Victoria Federica y Froilán almorzó con un grupo de seis personas, entre quienes destacaba un hombre que se repite en varias de sus apariciones públicas, aunque siempre bajo un discreto perfil.
La infanta Elena está abierta a una nueva relación
Según fuentes cercanas al entorno de Elena, este misterioso acompañante sería un caballero de buena posición económica, con una sólida reputación dentro de la alta sociedad española, y conocido por sus hijos. Si bien la infanta mantiene una vida reservada y asegura que no tienen intención de formalizar una nueva relación, las señales apuntan a una complicidad que trasciende la simple amistad.
Este hombre no solo es habitual en sus reuniones sociales, sino que también sería parte de su círculo más íntimo. Algunos incluso aseguran que ha estado presente en momentos familiares importantes, siempre con la prudencia que caracteriza a quienes saben moverse en ambientes donde la discreción es clave.
Desde su separación con Marichalar, Elena se enfocó en sus hijos, en su trabajo, y en su vida social dentro del círculo aristocrático de Madrid, Sevilla y Sanxenxo, donde suele acompañar a su padre a las tradicionales regatas.
A pesar de su bajo perfil amoroso, allegados sostienen que no ha estado completamente sola durante estos años. Se le atribuyen vínculos esporádicos con hombres influyentes del ámbito político y empresarial, aunque siempre bajo estricta confidencialidad.
A los 61 años, y tras casi dos décadas de soltería oficial, todo parece indicar que Elena de Borbón se está permitiendo un espacio para la compañía. Sin renunciar a su independencia ni a su rol dentro de la familia real, la hermana mayor del rey Felipe VI parece estar viviendo una etapa más distendida, en la que los afectos vuelven a tener un lugar especial.
VO
