El paso por la Academia Militar: por qué es clave en la formación de la princesa Leonor

La princesa Leonor cambió radicalmente su rutina en agosto de 2023, cuando comenzó el primero de sus tres años de formación como parte del camino hacia su futuro rol como jefa suprema de las Fuerzas Armadas. Aquel ingreso a la Academia General Militar de Zaragoza marcó el inicio de una rutina estricta y completamente distinta a la que estaba acostumbrada. Uniforme de campaña, maniobras tácticas y pruebas físicas formaron parte de su día a día desde entonces.

En sus primeros meses en la institución, la princesa de Asturias fue fotografiada realizando ejercicios exigentes: marchas con mochila al hombro, desplazamientos con fusil y recorridos con obstáculos, incluyendo alambres de espino y sesiones de topografía. Su desempeño fue rápidamente destacado por la prensa nacional e internacional, que celebró su actitud comprometida y su capacidad para superar los retos iniciales. Superó con éxito las exigencias del Ejército de Tierra y, como reconocimiento, recibió el título de dama cadete alférez de manos del rey Felipe VI.

El segundo año de la princesa Leonor en la Academia Militar

Tras un breve descanso estival, en 2024, Leonor dio inicio a su segundo año de instrucción, esta vez en la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra. Allí ingresó con el rango de guardiamarina y se enfrentó a un entorno completamente distinto: el mar, las prácticas náuticas y una exigencia física aún más intensa.

Durante esta etapa, la experiencia más significativa fue la travesía a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano, en la que estuvo embarcada durante varios meses. La princesa recorrió parte del Atlántico y del continente americano en una misión que combina formación técnica, convivencia militar y representación institucional. Esta experiencia, clave en la carrera de todo guardiamarina, puso a prueba sus conocimientos náuticos y su capacidad de adaptación a condiciones extremas, con turnos de guardia nocturnos, tareas a bordo y clima cambiante.

A los pocos días de llegar, la princesa participó en una jornada de competiciones deportivas entre brigadas que dejó al descubierto una debilidad ya mencionada por algunos instructores: su falta de preparación física. Aunque su rendimiento académico y su actitud siguen siendo valorados positivamente, las exigencias del entorno naval pusieron en evidencia que Leonor aún no se encuentra al mismo nivel que sus compañeros en términos de resistencia y rendimiento corporal.

Por este motivo, se ha diseñado un plan de entrenamiento específico para la princesa Leonor dentro de la misma academia. El objetivo es mejorar su condición física en el menor tiempo posible, con una rutina personalizada que la prepare para los próximos desafíos. La instrucción en Marín requiere agilidad, fortaleza y adaptación a la vida en el mar, factores clave para avanzar con éxito en su etapa de preparación.

F.A