Rey Jorge VI: cáncer de pulmón y trombosis coronaria que truncaron su reinado

Jorge VI, padre de la Reina Isabel,  fue víctima de una dura enfermedad que se le ocultó durante tiempo. En 1951 el monarca padecía una tos persistente que no lo dejaba respirar y, tras minuciosos estudios médicos, descubrieron que se trataba de una "neumonitis". Los rayos X descubrieron la mancha y el Rey comenzó su tratamiento con penicilina.

Al parecer, esta medicación mejoraría su situación y podría retomar sus actividades de manera habitual. A pesar de este optimismo, la realidad era otra. Jorge VI padecía de cáncer pulmonar avanzado y los profesionales le recomendaron que descanse una temporada en Balmoral. Este paseo duró muy poco y a finales de agosto el Rey debió ser internado en Londres, donde descubrieron que debían extirparle el pulmón izquierdo con urgencia. 

El triste final de Jorge VI: los motivos por lo que le ocultaron su enfermedad

En este contexto, Jorge VI debió ser sometido a esta cirugía urgente sin conocer cuál era la realidad de su condición. Los medios tampoco estaban al tanto de lo sucedido y el discurso oficial confirmó que el monarca debía realizarse esta cirugía debido a la obstrucción de uno de los bronquios de su pecho. Finalmente, el Rey logró recuperarse de esta intervención y comenzó a aparecer públicamente en algunos lugares. De todas maneras, la prensa comenzó a sospechar de cuál era el estado real de salud de Su Alteza y se dejaron llevar por las especulaciones.

Tras esta cirugía en septiembre, el monarca logró aparecer públicamente en octubre y el 24 de octubre recibió en audiencia a Winston Churchill. En noviembre se mostró junto sus nietos el Príncipe Carlos y la Princesa Ana en una foto oficial, aunque en diciembre su problema de salud comenzó a deteriorarlo.

Finalmente, el Rey Jorge VI murió el 6 de febrero de 1952 cuando fue hallado por su asistente. La causa oficial fue una trombosis que, unida al cáncer, lo llevó a su triste desenlace.