El romance secreto de la reina Isabel que salió a la luz

Tras cumplirse más de dos años del fallecimiento de la reina de Inglaterra, volvieron los rumores acerca de un supuesto romance secreto entre ella y uno de sus más estrechos colaboradores, Henry Herbert, séptimo conde de Carnarvon. Recientemente, la exitosa serie de Netflik The Crown ya había dejado planteada la intriga acerca del estrecho vínculo entre Isabel II y su gran amigo. Ahora, el hijo de Porchie -tal como lo había apodado cariñosamente la reina- volvió a referirse al tema y dio su opinión al respecto.

¿Qué pasó entre la reina Isabel y el Barón de Porchester y qué vínculo personal los unió?

Nunca faltaron los rumores de todo tipo acerca de supuestos secretos de la realeza británica y del intento de sus miembros de evitar que trascendieran por lo escandaloso que sería su divulgación pública. Un poco de fantasía y un poco de realidad, lo cierto es que uno de esos rumores vincula nada menos que a la reina Isabel con uno de sus más estrechos colaboradores durante los largos años de su reinado. Se trata de Henry George Reginald Molyneux Herbert, séptimo conde de Carnarvon, que fue asesor de Lilibeth, pero que conoció a la reina durante su adolescencia debido a la amistad que unía a las dos familias.

Ya en la cúpula del poder real inglés, Isabel II lo convocó y lo nombró en el año 1969 como su gerente de carreras de caballos y la asesoró en todo lo que se refería a cuestiones equinas. Pero su actividad en la corte británica no se limitó a eso.

Porchie solía viajar con la reina durante sus giras oficiales. Años después, Isabel se casó con Felipe de Mountbatten con el que tuvo cuatro hijos; y Porchie se casó con la noble angloamericana Jean Margaret Wallop, con quien tuvo tres herederos.

Sin embargo, y a pesar de que ambos estaban casados, continuaron los rumores de un supuesto romance entre ellos que se habría extendido aún después de que ambos contrajeran nupcias.

La sospecha de un vínculo amoroso se fortaleció cuando en septiembre de 2001 falleció Porchie y fue una de las pocas veces en las que Isabel II rompió el protocolo, esta vez para acudir a un funeral privado, algo prohibido para la realeza británica.

Quién habló recientemente del tema fue el hijo de Porchie, George Herbert, octavo conde de Carnarvon. Al ser consultado en una entrevista brindada al medio inglés Daily Mail, el conde aclaró que su padre sólo disfrutó de una estrecha amistad personal con la Reina. En este sentido, descartó cualquier posibilidad de romance entre ambos: “Eso está muy lejos de la realidad, su vínculo era el amor por el campo”.