El príncipe Eduardo es el cuarto hijo de la Reina Isabel II y Felipe de Edimburgo, y a diferencia de sus hermanos no suele generar titulares. El conde de Wessex nació el 10 de marzo de 1964 en el Palacio de Buckingham, y desde entonces sacudió las cosas en la Familia Real británica. Según el libro “My Husband and I” de Ingrid Seward, el esposo de la monarca británica fue el primer padre real en la historia moderna en presenciar el nacimiento de su hijo, y según indican fuentes cercanas a la Corona, Eduardo era el hijo favorito de Felipe.
El conde de Wessex asistió a la Escuela Gibbs en Londres y a Heatherdown Preparatory School en Berkshire. Al igual que su padre y hermanos, asistió a la Escuela Gordonstoun en Escocia, y luego pasó un año en Nueva Zelanda donde estudió en la Escuela Collegiate. Cuando regresó a Inglaterra, el joven continuó sus estudios en el Jesus College de la Unviersidad de Cambridge, y al graduarse se convirtió en el cuarto miembro de la Familia Real británica en recibir un título universitario.
Al finalizar su etapa universitaria, el príncipe Eduardo se unió a los Marines Reales, pero antes de graduarse, abandonó la formación. El hijo menor de la Reina Isabel II tenía la mirada puesta en una carrera mucho más glamorosa en el mundo del espectáculo, y a diferencia de sus hermanos no le gustó la vida militar. Fuentes cercanas a Buckingham aseguran que el príncipe habría renunciado a los Marines Reales luego de una importante discusión con su padre, ya que su objetivo era llevar adelante una carrera teatral.
El conde de Wessex comenzó trabajando con Andrew Lloyd Webber, como asistente de producción en la compañía Really Useful Theatre. En 1987, el royal produjo un show benéfico para la televisión, llamado “It’s a Royal Knockout”, pero no fue bien recibido por el público y generó burlas. “Solo espero que lo hayan disfrutado, ¿no es así?” expresó el príncipe en una conferencia de prensa. Fuentes aseguran que el hijo de Isabel II no disfrutaba demasiado la fama sobre los escenarios. En 1993, Eduardo fundó la compañía Ardent Television, donde produjo documentales y dramas de las familias reales europeas. La productora de Eduardo no tenía buena reputación, y un rival de la industria de entretenimientos le dijo a The Guardian: “Son un chiste malo en la industria, de verdad”.
Este trabajo duró poco y según afirman la empresa cerró unos años después por banca rota. En 2022, el príncipe se despidió de la industria del entretenimiento y se dedicó a trabajar como miembro de la realeza. En un comunicado, el royal aseguró “Se nos pide que apoyemos a la Reina y ayudemos a mi familia a asumir algunas de las crecientes responsabilidades y cargas de trabajo futuras”. Sin embargo, es muy posible que la decisión no se debiera a responsabilidades reales, ya que The Guardian aseguró que su compañía Ardent Television no tuvo mucho éxito y perdieron millones durante nueve años.
Según el sitio web de la Familia Real británica, las tareas del príncipe Eduardo junto a su esposa, Sophie Helen Rhys-Jones, incluyen trabajar con el Premio del duque de Edimburgo, supervisar su fondo para jóvenes, el fondo Conde y Condesa de Wessex, y apoyar a organizaciones benéficas, así como también a grupos artísticos y deportivos.
“Eduardo se convirtió en una figura tranquila y eficiente, que no busca atención ni titulares. Él y Sophie son muy queridos y respetados por todo el pueblo” reveló una fuente a Express.