Editora Ejecutiva del Área de Entretenimiento. Se ha especializado en moda y lifestyle. Ha trabajado en la revista CARAS y actualmente es parte de Marie Claire. Ha sido profesora de Espectáculos en el Máster de periodismo que imparte Editorial Perfil y tiene formación de posgrado en moda y lujo en la Universidad Autònoma de Barcelona. Mail: [email protected]
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Durante su extenso mandato, Isabel II ha visto a 14 primeros ministros británicos llegar al poder. Ella ha reinado en la descolonización de África, la devolución del poder en el Reino Unido y la partición canadiense. Una extensa y basta carrera al mando de la monarquía británica. Sin embargo, a sus 93 años, la Reina está parada frente al peor de los escenarios, uno que nunca hubiese imaginado. La crisis del Brexit amenaza con obligarla a tomar el tipo de decisión que nunca ha tenido que siquiera pensar en sus 67 años como soberana: el de abdicar al trono.
Mientras que por un lado el nuevo primer ministro británico, Boris Johnson, intenta encontrarle forma al Brexit a como de lugar, por otro, surgió la opción de prorrogar al Parlamento. La prórroga es el proceso mediante el cual la Reina finaliza una sesión del Parlamento de forma abrupta, hasta su reapertura. Solo ella puede hacer uso de este privilegio de "prerrogativas reales", que habitualmente son un simple procedimiento protocolario.
"El último monarca en 'prorrogar' el Parlamento fue Carlos I en el siglo XVII y en la antesala de la guerra civil inglesa", advirtió el ex primer ministro John Major. "La simple idea de suspender las sesiones parlamentarias es algo totalmente inaceptable en una democracia. La Reina podría verse en el medio de una crisis constitucional sin precedentes".
Según había trascendido, un grupo de parlamentarios planeaba someter a votación una petición directa a la monarca para que viaje a Bruselas en la próxima cumbre de la UE, en calidad de jefa de Estado, y así evitar la opción extrema del Brexit "sin acuerdo", reclamando de esta forma que se ponga en práctica la extensión del Artículo 50. Sin embargo, el Parlamento votó en contra de prorrogar las sesiones para impulsar un Brexit "sin acuerdo". Esto significa que si Johnson le pidiera a Isabel que prorrogara y ella aceptara, sería el movimiento más dramático y político en su reinado de 67 años.
El Director del Centro de Estudios de Brexit de la Universidad de Birmingham, Alex De Ruyter, dijo a Express.co.uk: "Esto tiene el potencial de politizar enormemente el papel de la Reina" y añadió: "Es casi imposible ver a Isabel intentar anular nuestro Parlamento electo, pero ignorar la solicitud de un Primer Ministro en funciones también es problemático para ella".
Este nivel de agitación política para la Reina está llevando a que algunos se preocupen por la carga de trabajo a sus 93 años de edad. Incluso, hay quienes especulan que el Brexit sea la excusa perfecta para que Isabel se retire de una vez por todas, renunciando al trono de forma inmediata.
Cuando la monarca tenía 21 años, dijo en un discurso público: "Declaro ante ustedes que toda mi vida, ya sea larga o corta, se dedicará a su servicio y al servicio de nuestra gran familia imperial a la que todos pertenecemos.” Como resultado, la soberana ha disfrutado de una larga vida, y algunos se preguntan si es hora de que se retire con su esposo, el Príncipe Felipe. El experto real Duncan Larcomb dijo: "Ella está en sus noventa ahora, sí, goza de buena salud, pero creo que ya tiene derecho a la jubilación".
La misma Reina recientemente habló ante el Parlamento escocés y sostuvo: "Tal vez vale la pena reflexionar que en el corazón de la palabra 'parlamento' se encuentra su significado original: un lugar para hablar. No tengo ninguna duda de que durante la mayor parte de estos últimos 20 años, esta cámara, en huelga, ha proporcionado exactamente eso, un lugar para hablar. Pero, por supuesto, también debe ser un lugar para escuchar, un lugar para escuchar puntos de vista que inevitablemente puede diferir considerablemente, uno de otro, y un lugar para honrar esos puntos de vista".
Esta es una declaración inusual para su Majestad, que generalmente evita los asuntos políticos.
